La comida nos entra por los ojos antes que por el olfato o el gusto. Un plato bien presentado con colores, texturas, tamaño del plato y alimentos y con todo ubicado en una buena posición es ya un excelente punto de partida para que nuestra receta atraiga y triunfe. Hay que considerar que todos los elementos importan y que además de los colores de los alimentos, el de los platos, su forma y diseño son también básicos para transmitir determinados detalles de la receta.
Así, podemos ubicar los alimentos mostrando el orden en que han de comer o creando texturas que sugieran sabores y den cierto aire sutil y sofisticado a nuestro plato. Si deseas llamar la atención en tus emplatados, en este artículo te ofrecemos una guía básica para combinar los colores en la presentación de tus platos de forma saludable. ¡Toma nota!
Cómo combinar los colores de los alimentos de forma saludable
La cocina de vanguardia ha introducido un nuevo aire y una mayor libertad a la hora de emplatar y presentar los platos. Una forma de emplatar con muchas más posibilidades y que tiene en la cocina cromática toda una inspiración. Lo mismo que en las nuevas y revolucionarias vajillas diseñadas en materiales, colores y formas de lo más sorprendentes. A éstas se añaden otras herramientas que permite crear espumas, aires, infusiones y todo tipo de formas y texturas.
Todo pensado para atraer todos los sentidos del comensal y que se vea atraído a probar el plato, que lo pruebe y deje en él una huella indeleble. Es una forma de convertir cualquier comida en una experiencia única e irrepetible. Entre las normas básicas para combinar los colores en la presentación de los platos de forma saludable y nutritiva destacamos:
1. Es fundamental no sobrecargar los platos y hacer presentaciones en las que la sencillez sea la norma.
2. Has de armonizar siempre los colores de los alimentos y los de las salsas con los que los acompañemos.
3. Al objeto de transmitir equilibrio y sensaciones agradables, los especialistas recomiendan optar siempre por colores claros para las áreas más grandes y usar colores oscuros para las áreas más reducidas y para acentuar o resaltar determinadas zonas o alimentos.
4. Se aconseja también combinar colores primarios como el azul, el magenta y el amarillo con colores secundarios para crear colores terciarios. También se puede recurrir a colores neutros, entre el blanco y el gris, para crear una paleta cromática de lo más amplio y atractivo.
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5. A la hora de armonizar los colores de un plato ha de utilizarse dos o tres colores que mantengan cierta proximidad dentro del arco cromático - esto resulta muy útil para elaborar ensaladas o menestra de verduras - y que además tengan en común ser fríos o cálidos.
6. El color dominante o de mayor extensión ha de ser el más neutro y ayudar a subrayar los otros colores a introducir en el plato. Junto a este color predominante ha de haber otros colores complementarios para poner énfasis en los detalles.
7. También se puede optar por hacer un emplatado a base de contrastes de color, bien creando una gama cromática de un mismo color o poner colores cálidos junto a colores fríos.
8. Es importante buscar siempre crear un impacto visual recurriendo a efectos de lo más atractivo, pero de lo más sencillo, sin excesos.
9. Los especialistas también recomiendan recurrir al sentido común y a la intuición a la hora de emplatar, ofreciendo siempre una imagen de lo más cuidada y atractiva, sin olvidarnos nunca del sabor.
10. Y por último, y en consecuencia, no sacrificar nunca el sabor por la estética.
Esperamos que con esta breve guía consigas hacer tus platos atractivos y únicos para todos tus comensales y que consigas triunfar con todas tus recetas.
