El estrés no es buen compañero de viaje y puede gastarnos muy malas pasadas y repercutir en nuestra salud y estado de ánimo. En menor o mayor medida, todos hemos experimentado los desastrosos efectos del estrés en nuestra vida diaria. Así, el estrés no nos deja vivir plenamente y, por si fuera poco, nos fatiga, no nos deja concentrarnos en nuestras tareas, pudiendo provocar incluso un aumento de peso, del número de inflamaciones, del nivel de azúcar en sangre, etc. Un estado de estrés continuado hace que nuestro cuerpo esté en posición de alerta constante con la consiguiente deterioro de nuestro estado físico y mental.
Sea como fuere, este tipo de situaciones de estrés extremo pueden afrontarse mejor si se aprende a controlar el impacto de ciertas actividades o el de algunos alimentos. Si quieres reducir todos estos efectos negativos, en este artículo te enseñamos cómo evitar 6 alimentos que causan estrés. ¡Sigue leyendo!
Conoce los alimentos que pueden estresarte y que deberías evitar
La alimentación, los cambios de tiempo y temperatura, la ansiedad y la falta de horas de sueño hacen que se incremente la presencia de cortisol en la sangre, elevándose los niveles de estrés. Si puedes mejorar tu calidad de vida lograrás enfocar todo con más claridad y sin nerviosismos ni alteraciones. Los alimentos que debes dejar un poco de lado para reducir o evitar el estrés son:
1. Café, té y bebidas energéticas
El café no tienen por qué desaparecer de tu dieta, pero sí te interesa reducir la cantidad de cafeína que tomas a diario y dejarlo en una sola taza al día. Tomar más de una taza diaria puede ocasionarnos problemas de salud al estimular en exceso nuestro sistema nervioso, incrementar la presión arterial y la frecuencia cardíaca generándonos ansiedad y estrés. Algo muy parecido lo provoca el té, las bebidas energéticas o el chocolate, siendo interesante controlarnos y no sobreestresar nuestro cuerpo con un bombardeo de excitantes.
2. Azúcar
El azúcar es uno de los alimentos menos indicados para tu dieta si estás estresada. Al estresarte el cuerpo libera cortisol, la hormona que gestiona el estrés y el nivel de azúcar en sangre. Al incrementarse el azúcar en sangre se libera más cortisol para equilibrar el organismo, algo que también puede conllevar problemas de sueño, dolor de cabeza y, por supuesto, más ansiedad y estrés. Si reduces el azúcar en tu dieta dejando a un lado los refrescos azucarados, la bollería industrial y los postres lácteos dulces, lograrás mejorar tu nivel de estrés y afrontar el día a día con más tranquilidad.
3. Platos precocinados
Los platos precocinados pecan de tener gran proporción de grasas saturadas e hidrogenadas, sal, conservantes, colorantes y muchos otros aditivos poco saludables. Hay que procurar no abusar de este tipo de platos y comer comida fresca, sin aditivos y aumentar el consumo de frutas y verduras crudas y de platos preparados en casa. Estas prácticas te ayudarán a reducir los niveles de estrés y mantener el peso a raya.
4. Picantes
Un exceso de estrés no dejará que nuestras digestiones sean buenas, siendo entonces preciso dejar de lado los picantes y procurar tomar comidas ligeras y de fácil digestión.
5. Sal
La sal en exceso no es buena tampoco para reducir o evitar el estrés, provocando también retención de líquidos, subidas de tensión arterial, deshidratación e incremento de la ansiedad. Es por ello importante poner poca o ninguna sal en nuestras comidas, además de evitar los alimentos muy salados como los quesos curados, los aperitivos, los embutidos, etcétera.
6. Alcohol
Las bebidas alcohólicas no favorecen relajarse y aunque en un primer momento pueden hasta resultarnos relajantes y una excusa con la que liberar nuestro estrés, tras tomarnos una copa puede ser que notemos más ansiedad y estrés, además de subirnos la presión arterial y engordarnos.
Esperamos que con estos consejos aprendas a gestionar el estrés y, además de la alimentación, cuides tu forma física, tus horas de sueño y, en general, tu calidad de vida.