¿Es cierto que la cerveza engorda tanto como dicen?

Sin lugar a dudas, el mito sobre lo que la cerveza puede llegar a hacernos engordar es uno de los más antiguos y populares acerca de esta bebida. Mucho se ha escrito y se ha hablado sobre el tema, pero también se ha investigado, que al fin y al cabo es lo que de verdad cuenta para conocer la realidad de las cosas, y se ha llegado a ciertas determinaciones. La cerveza puede ser una bebida beneficiosa para nuestro organismo gracias a sus antioxidantes e incluso a otros nutrientes que suponen un beneficio para nosotros… eso sí, siempre en su justa medida.

Beber cerveza engorda ¿mito o realidad?

¿Engorda de verdad la cerveza? Si fuéramos sarcásticos, diríamos que cualquier alimento engorda, casi hasta el agua. Pero no es momento de ponerse en ese plan. Responderemos a la pregunta en este artículo, pero antes hemos de entender que cualquier alimento nos aporta calorías y la gran mayoría de ellos también grasas, ya sea en forma de glucosa o de carbohidratos. El exceso de esa grasa hace que el cuerpo no pueda asimilarla como debe y la guarde en nuestro organismo, haciendo así que cojamos más kilos. Esto es, de manera muy básica, lo que nos hace engordar.

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Es cierto que existen alimentos que nos aportan muchas calorías vacías, como las patatas fritas o la bollería industrial, que en caso de comerlos de manera habitual nos harán engordar de forma irremediable, frente a otros que nos aportan más beneficios que grasas, como pueden ser las frutas, verduras y pescados azules. ¿Y la cerveza? Pues al ser una bebida, será nuestro hígado el encargado de asimilar sus componentes, siendo uno de los principales la cebada, que no es otra cosa que un cereal, y que también nos aporta calorías.


Calculadora de calorías

Siendo más específicos, la cerveza tiene 43 calorías por cada 100 ml. En un vaso normal suelen venir 250 ml, lo que correspondería a unas 100 calorías por vaso de cerveza consumido. Si fuera solo uno, o como mucho dos, seguramente no habría demasiado problema, porque además no son calorías tan vacías como otras, sino nutrientes que pueden ayudar a nuestro organismo a mantenerse sano y en forma. El problema es que el consumo de esta bebida suele ser mucho más abusivo, y ahí es donde entran los kilos de más que podemos coger por culpa de la cerveza. Es el exceso de la misma, y no la propia cerveza en sí, lo que nos hará engordar, pero de la misma manera que lo hacemos si nos pasamos con la carne, con el pescado, o con casi cualquier otro alimento.

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De hecho, puede que puestos a beber, sea mejor la cerveza que los refrescos, por ejemplo. Si no tenemos en cuenta el factor del alcohol (que desde luego puede ser determinante en muchos momentos), nos conviene más pedirnos una cerveza que un refresco de cola, porque lleva menos calorías e incluso puede resultar más saciante, al ser un 93% agua. También nos aporta mayores beneficios que ese tipo de refrescos, así que si nos toca elegir, mejor cerveza, pero como hemos comentado, sin pasarnos, sabiendo beber con moderación.

Efectos negativos de los refrescos

De aquí entendemos que esto de la barriga cervecera es un mito falso, porque cualquier persona que beba con cierta moderación este oro líquido y luego siga una dieta sana y equilibrada, además de hacer deporte, no verá aumentado su tamaño abdominal. Sin embargo, si estamos hablando de las típicas personas sedentarias que además de no moverse para nada, comen de cualquier manera y también se exceden con la cerveza, la barriga aparecerá tarde o temprano, aunque no solo por culpa de esta bebida, ni mucho menos.

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