¿Es bueno comer alimentos crudos?

El crudivorismo es una de las últimas tendencias en alimentación, y es normal que despierte algunas dudas entre los consumidores. El objetivo del crudivorismo es aprovechar los beneficios de comer los alimentos crudos, sin procesar y en el estado más natural posible. Unos alimentos que no están cocinados, pero tampoco fermentados y mucho menos contener conservantes. Vamos a ver los pros y los contras de comer la comida cruda.

Beneficios de comer los alimentos crudos

Las frutas y algunas verduras y hortalizas, además de las frutas desecadas o los frutos secos, están entre los alimentos que se pueden comer crudos. Comer los alimentos crudos es bueno porque se conservan mejor los nutrientes (vitaminas, sales minerales, fibra, etc.), siempre que tomemos las precauciones higiénicas necesarias. Más allá de la conservación hay que destacar que solemos masticar más los alimentos crudos que los cocinados, lo que facilita la digestión y reduce la hinchazón abdominal.

Piotr Marcinski || Shutterstock

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Mejora el equilibrio intestinal, y al tener un gran contenido en fibra también nos ayuda a hacer frente al estreñimiento. Precisamente ese contenido en fibra, que con el fuego se podría perder, también contribuye a regular la glucemia y el peso corporal, lo que hace recomendable incluir los alimentos crudos en las dietas de personas diabéticas u obesas.

También hay que destacar el contenido de potasio, que nos permite equilibrar los niveles de sodio y así reducir los efectos patológicos del sodio en el aparato circulatorio. El último gran beneficio de los alimentos crudos son los antioxidantes, que según varios estudios ayudan a frenar el proceso de envejecimiento del organismo y el cerebro, lo que incluiría el cáncer, enfermedades cardiovasculares e incluso las degenerativas, como el Alzheimer o el Párkinson.

Peligros de comer los alimentos crudos

Pero no todo es positivo, también tenemos que hablar de los riesgos de comer los alimentos crudos. El calor es el mejor higienizante, ya que elimina microorganismos en vegetales, pescado o la carne; unos microorganismos que pueden causarnos enfermedades. Comer alimentos sin cocinar, ya sean animales o vegetales, es siempre un factor de riesgo y los crudívoros tienen más probabilidades de sufrir una alteración alimenticia.

hortalizas verduras crudas

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Cuando pensamos en alimentos crudos solemos pensar en los vegetales, pues no podemos olvidar los riesgos de las verduras crudas si no las limpiamos bien. La presencia de microorganismos, la contaminación por el agua del riego o el sustrato de la tierra hacen imprescindible una buena limpieza con agua si decidimos no cocinarlos. Aún así, hay verduras y hortalizas que nunca debemos comer crudas, como por ejemplo la patata y la berenjena: La culpa es de la solanina que contienen, una sustancia que nos puede causar daños estomacales y neurológicos.

Seguro que alguna vez has oído hablar del anisakis, presente en algunos pescados y mariscos. Para eliminarlo hay que congelarlo a -20ºC o cocinarlo a más de 60 grados. Tanto los pescados como los mariscos también pueden tener microorganismos como vibrios o virus como la hepatitis A, que se pueden eliminar sin ningún problema al cocinarlos. Respecto a la carne, si está cruda o poco hecha se suele relacionar con la toxoplasmosis, muy peligrosa especialmente en embarazadas. La triquinosis en la carne de cerdo y contaminantes como el campbylobacter, yersinio o salmonella aparecen en la carne cruda aviar.

alexpro9500 || Shutterstock

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Los muchos nutrientes de la leche natural son también el origen de muchos contaminantes microbiológicos, que se eliminan en los tratamientos industriales. Aún así, si la leche es casera cruda conviene hervirla incluso varias veces para eliminarlos. Finalmente, la avidina del huevo crudo es un antinutriente, que puede acabar provocándonos un déficit de vitaminas.

Ni comer alimentos crudos es malo ni es bueno, depende del tipo de alimento y de como lo limpiemos. La clave, una vez más, está en el equilibrio. Al fin y al cabo los dietistas recomiendan comer, como mínimo, cinco piezas de fruta u hortalizas al día, y esas sí que las comemos crudas.

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