Comer para rellenar un espacio de tiempo, por aburrimiento, por ansiedad, nervios o tristeza, es algo que todo el mundo ha hecho en algún momento. El mindful eating es una tendencia cada vez más practicada gracias a su técnica para evitar los malos hábitos y eliminar el impulso de comer para saciar emociones. Os explicamos en qué consiste.

¿Qué es el mindful eating?

El mindful eating parte de una técnica llamada mindfulness. Ésta última consiste en el entrenamiento de la atención para obtener múltiples beneficios. Nos ayuda a controlar la ansiedad, el estrés y nos permite llevar una vida más serena y eficaz.

Cuántas veces hemos estado presos en un bucle de pensamientos sin saber muy bien cómo controlarlos. Practicar el mindfulness es un estilo de vida que nos ayuda a controlar los pensamientos, los impulsos, el comportamiento, las emociones y nuestro cuerpo.

Hábitos para poner en marcha el mindful eating

Mejorar nuestro estado psíquico y físico está en nuestras manos. Para ello, debemos aprender a conectar ambas partes de forma inteligente. En este caso, vamos a explicar cómo entrenar los impulsos con el mindful eting, ya que a menudo nos conducen a llevar una dieta desequilibrada.

Antes de picotear pregúntate si realmente tienes hambre

Es importante controlar este paso, comer por comer o por ansiedad o nervios nos induce a un incremento de peso y a posteriores sentimientos de culpa. En esta fase hay que preguntarse por qué razón queremos comer y entonces tomar una determinación.

Comer en platos pequeños

Este truco nos genera una percepción visual de tener un plato lleno. Si después de terminarlo estás seguro de seguir teniendo hambre, siempre puedes repetir, aunque hazlo de forma consciente. Añade solo la cantidad que creas conveniente para saciar el hambre.

Deja los cubiertos en la mesa

A menudo, el hecho de tener los cubiertos pegados a las manos nos impulsa a comer más deprisa. Si los dejamos sobre la mesa entre un bocado y otro, conseguiremos frenar las prisas por terminar nuestro plato. Comer más despacio hace que nos saciemos antes, por lo que, llegado el momento, tomaremos la decisión de dejar de comer en lugar de querer acabar el plato.

Dedica 20 minutos para comer

Masticar bien la comida y tomarte tu tiempo para comer, te ayudará a saciarte antes. Veinte minutos es lo que necesita tu estómago para sentirse lleno. De esta manera somos conscientes de lo que nos metemos en el organismo y de sus nutrientes.

Come sentado y sin distracciones

Comer de pie nos hace perder la conciencia de lo que ingerimos, incluso si es un simple café con tostada. Nos hace comer más deprisa y no disfrutamos de los alimentos, especialmente si estamos al teléfono o frente a un ordenador.

La única distracción que nos debemos permitir es la de una buena conversación con alguien agradable y disfrutar sentados de nuestro momento culinario.

Entender la técnica del mindful eating

Sabemos que la alimentación es la base para la existencia, y por ello es vital tener buenos hábitos y alimentarnos de forma consciente para aprovechar todos los beneficios del mindful eating. No solamente para los adultos, sino también para los niños.

Si seguimos los consejos del mindful eating que hemos comentado, seremos capaces de interpretar los signos del hambre o de la saciedad y por qué. Dejaremos de utilizar los alimentos como instrumento emocional y lo haremos para nutrirnos de forma inteligente.

Es importante establecer horarios de comidas y mantener un equilibrio con los alimentos presentes en la dieta. Una vez hayas conseguido superar la barrera de comer compulsivamente, habrás logrado la parte más difícil. Recuerda combinar estas técnicas con un buen descanso y dormir lo suficiente para conectar con la mente.