Si preguntas a la mayoría, te dirá que comer chocolate a diario no es precisamente sano, aunque son pocos los que pueden evitar caer en esta deliciosa tentación. El chocolate tal y como lo conocemos es una mezcla, en distintas proporciones, de cacao, leche y azúcar, más algunos otros componentes. Dependiendo de la cantidad de cacao que lleve, el chocolate será más puro o estará más “difuminado”. ¿Cuál es el que más conviene tomar? Técnicamente, cuanto más negro sea el chocolate, mejor. De hecho, muchas veces se recomienda comer cacao puro, aunque no sepa exactamente como el chocolate al que estamos acostumbrados.
Y es que el chocolate con leche puede tener más calorías de las necesarias, sobre todo si no podemos quedarnos en las dos onzas recomendadas al día. Normalmente comemos más chocolate, y eso puede hacer que todo el azúcar que llevan las típicas tabletas que encontramos en cualquier tienda sea un obstáculo si estamos pensando en bajar de peso o, al menos, mantener la línea. Por eso el chocolate negro, con una mayor proporción de cacao natural, es más apropiado, algo menos dulce, eso también, y con un sabor más intenso.
Las propiedades que hacen del chocolate un alimento muy beneficioso
Pero en general, las propiedades del chocolate negro pueden ser sorprendentemente beneficiosas si nos decidimos a tomarlo con moderación, como hemos explicado, no más de dos onzas al día, una cantidad recomendable para que sus beneficios surtan efecto, pero para no dejarnos llevar por la gran cantidad de azúcar que suelen contener.
Mejora el rendimiento del cerebro
Es bueno para la memoria, por ejemplo, y para la actividad cerebral en general, activando un flujo de sangre mucho más intenso hacia esta parte de nuestro cuerpo y permitiéndonos rendir a tope cuando hay que estudiar, por ejemplo. De ahí que muchas veces sintamos la necesidad de algo dulce para esas largas sesiones de estudio.
Más alimentos que cuidan de tu memoria
Previene el envejecimiento y los problemas cardiovasculares
De la misma forma, el chocolate también cuenta con antioxidantes que nos permiten liberar de nuestro organismo los radicales libres, consiguiendo que nuestro cuerpo se mantenga más joven y en mejor forma. Podemos hablar también de cómo algunas recetas con chocolate ayudan a regular el flujo sanguíneo por todo nuestro cuerpo, ayudando de la mejor forma posible a nuestro corazón a mantenerse sano, incluso bajando los niveles de colesterol malo, siempre que lo tomemos con moderación, ya que este tipo de alimentos cuentan con muchas grasas saturadas que, aun siendo de origen vegetal, podrían no ser lo más adecuado en determinadas cantidades.
Protege la piel y los dientes
La buena circulación sanguínea que mejora con la ingesta del chocolate también permite que nuestra piel se mantenga más sana, evitando igualmente la deshidratación y la posibilidad de quemaduras, al protegerla ante los rayos del sol. El chocolate puede ser incluso beneficioso para nuestros dientes, reduciendo el riesgo de sufrir una caries. Como hemos explicado, en todos estos casos lo más aconsejable es tomar chocolate negro, donde la proporción de cacao puro es mucho mayor, para evitar así que el número de calorías del chocolate suba de manera irresponsable y no caer en una tentación vana simplemente por su sabor.
Deberías tratar de acostumbrarte al sabor algo menos dulce y más intenso del cacao puro, porque cuenta con todas estas ventajas del chocolate, pero potenciadas, ya que la cantidad de cacao estará menos diluida. Mejor tomarlo en tabletas o pequeños bombones, siempre de calidad, que en cualquier producto como batidos, cacao soluble o dulces de bollería industrial, ya que estos suelen llevar una cantidad exagerada de azúcar, algo que como sabes no es demasiado beneficioso para nuestro cuerpo. Así que el cacao puede convertirse también en un buen aliado para tu organismo, si lo sabes tomar en su justa medida.