El Parkinson es una enfermedad que se debe a la degeneración de las células nerviosas del cerebro y conduce a una carencia del neurotransmisor dopamina. Algunos de los los síntomas de Parkinson más comunes son la rigidez muscular, la pérdida de reflejos, la lentitud de movimientos y los temblores y convulsiones.

Actualmente las causas que generan la enfermedad de Parkinson se desconocen pero existen diversas teorías del origen de esta dolencia como el contacto con algunas toxinas y pesticidas, cierta predisposición genética o los radicales libres. Si es conocido el efecto negativo y desencadenante de la enfermedad que tienen algunos traumatismos, la drogodependencia o algunos medicamentos.

Aunque la enfermedad de Parkinson no tiene cura, una dieta terapéutica puede contribuir a prevenir la degeneración ulterior de las neuronas por las neurotoxinas. Tomar alimentos ricos en antioxidantes y evitar los agentes contaminantes eligiendo alimentos frescos y ecológicos.

• Comer habas: contienen levodopa, precursor de la dopamina. Consumiendo 125 ml de habas al día se puede reducir la cantidad de medicación necesario. Siempre consultando previamente al especialista.
• La pasionaria puede contribuir a reducir los temblores
• El ginkgo biloba mejora el riego sanguíneo del cerebro, con lo que este recibe más nutrientes que le ayudan a prevenir los daños celulares.
• Evitar el uso de antiácidos, los desodorantes, y el agua que contenga aluminio ya que puede tener efectos negativos sobre los pacientes de Parkinson.
• Las semillas de lino molidas ayudan a curar el estreñimiento y a prevenirlo, y aportan ácidos grasos esenciales para nutrir los tejidos cerebrales y nerviosos.
• El pescado azul (salmón, sardinas, caballa,atún) aporta ácidos grasos esenciales que nutren el cerebro