Diferencia entre los alimentos de absorción rápida y los alimentos de absorción lenta

Alimentos de absorción rápida vs Alimentos de absorción lenta

A la hora de comer, pensamos que todos los alimentos los vamos a ingerir de la misma forma y van a ser digeridos también de la misma manera. Sin embargo, nuestro estómago “selecciona” los alimentos que van a ser digeridos antes y los antepone a los que serán digeridos más tarde, dependiendo del tiempo de asimilación de estos alimentos, ya que se pueden categorizar en dos grandes grupos: de absorción rápida y de absorción lenta. Existen todo tipo de alimentos en cada uno de estos grupos, y es conveniente conocer sus diferencias para tenerlas en cuenta.

Los alimentos de absorción rápida

Por ejemplo, dentro del grupo de los alimentos de absorción rápida encontramos todo tipo de salsas, pescados con poca grasa, dulces y frutas como el plátano, carne magra, sin grasas, como el pollo o el pavo, y también cereales y arroz. Estos alimentos digestivos pasan muy poco tiempo en nuestro estómago y su digestión es muy rápida, ya que nuestro sistema es capaz de descomponer sus nutrientes y absorberlos en un espacio corto de tiempo. Eso hace que sean más fáciles de digerir y nos proporcionen esas proteínas que necesitamos de una manera mucho más rápida.

rocharibeiro || Shutterstock

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La rápida absorción de los nutrientes es la principal ventaja de este tipo de alimentos. Tienen una digestión más ligera y son un aporte magnífico, especialmente para aquellos deportistas que necesiten proteínas e hidratos simples para realizar cualquier ejercicio a continuación, pero no quieran sentir la pesadez en el estómago. Sin embargo, este tipo de alimentos también tienen desventajas. Son muy atractivos al paladar, especialmente los dulces, y eso puede provocar que abusemos de ellos, con lo que también estaríamos abusando de los azúcares, e incluso provocando que nuestro cuerpo generase más insulina de la cuenta, lo que conlleva el almacenamiento de azúcares indeseados en nuestro organismo.

alexpro9500 || Shutterstock

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Los alimentos de absorción lenta

En cuanto a los alimentos de absorción lenta, podemos decir que son aquellos cuya digestión se hace más larga y por lo tanto, pesada. Se trata de alimentos que contienen nutrientes más complejos, que son más complicados de absorber por nuestro organismo. Por ello son una gran fuente de energía, pero a medio y largo plazo, no en el momento, como lo eran los alimentos de absorción rápida. Dentro de este grupo encontramos grasas de aceite y productos lácteos, huevos, todo tipo de carnes grasas (cerdo, cordero, embutidos), hortalizas, legumbres y frutos secos.

Como ya hemos comentado, estos alimentos producirán una digestión  más lenta y pesada en nuestro estómago, pero nos aportarán una energía indispensable al medio y largo plazo. Sus nutrientes complejos son más complicados de absorber por nuestro cuerpo, y eso hace que sean más habituales en las primeras comidas del día, para que podamos asumirlos durante el resto de la jornada. Es desaconsejable abusar de este tipo de alimentos de noche, ya que su pesada digestión podría interferir en nuestro sueño.

Piotr Marcinski || Shutterstock

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Hemos comprobado que existen, según su tiempo de absorción por nuestro estómago, dos tipos de alimentos. Tal vez lo ideal sería comer cada cual en su momento, pero la mayoría de nosotros tendemos a combinarlos y a tomarlos todos juntos. ¿Es provechoso esto? Técnicamente no demasiado, puesto que nuestro estómago siempre va a categorizarlos y hará que los alimentos de absorción rápida vayan siempre por delante de los de absorción lenta, sea cual sea el “orden” en que los hemos tomado. De ahí que se pueda producir cierto “atasco” en nuestro estómago con respecto a los alimentos de absorción lenta, perdiendo buena parte de los nutrientes en ese compás de espera a ser bien digeridos.

Lo recomendable, pues, es saber combinar bien estos alimentos, tomar casi siempre del mismo tipo, y aportando un poco del otro tipo, separando a ser posible el tiempo de unos y otros. Por ejemplo, podemos tomar antes los alimentos de absorción rápida y darle un tiempo a nuestro estómago para que los digiera antes de empezar con los de absorción lenta, dentro de una misma comida.

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