Según reconocen muchos expertos en nutrición, una buena manera de perder peso es reducir la ingesta diaria de carbohidratos o limitarla a cantidades mínimas. Te contamos todos los detalles que debes saber sobre la dieta sin carbohidratos y si es bueno adaptarse a ella.
¿En qué consiste la dieta sin carbohidratos y cuándo se debe recurrir a ella?
Lo más habitual cuando nos ponemos a dieta es que nos prescriban una dieta baja en calorías y con pocas grasas, sin embargo, este tipo de dieta no a todo el mundo le funciona. En la actualidad están ganando mucha popularidad las dietas bajas en carbohidratos o sin carbohidratos, pues se ha demostrado que este tipo de régimen ayuda a reducir el apetito y origina una pérdida de peso automática.
Las dietas sin carbohidratos son aquellas que restringen el consumo de algunos alimentos ricos en este nutriente, como por ejemplo, los azúcares y los almidones, reemplazándolos en su lugar por las proteínas y las grasas saludables.
Este tipo de dieta sin carbohidratos, además de ayudar a quemar calorías de una forma muy efectiva, tiene otros muchos beneficios para la salud. Por ejemplo, se ha demostrado que además de conseguir una pérdida de peso en poco tiempo, también es una buena alternativa para bajar el azúcar en sangre, reducir la tensión arterial y para mejorar los niveles de colesterol y triglicéridos.
De hecho, estudios recientes han demostrado que las personas que siguen la dieta sin carbohidratos elevan su colesterol bueno o HDL y mejoran también sus patrones de colesterol malo o LDL.
Consejos adaptar una dieta sin carbohidratos
Para corregir el consumo de carbohidratos de forma correcta y sin correr riesgos en la dieta, es importante tener claro que los carbohidratos no se deben eliminar en su totalidad, sino que tan sólo se eliminan de la alimentación aquellas fuentes de carbohidratos que son menos saludables, como los almidones o los azúcares añadidos.
De hecho, los expertos en nutrición aconsejan siempre un consumo de carbohidratos acorde a las necesidades individuales de cada persona. Por ejemplo, una ingesta de carbohidratos moderada (100-150 gramos por día) sería la cantidad recomendada para personas delgadas, activas, y que buscan mantener su peso.
Sin embargo, para personas que buscan perder peso, la ingesta diaria recomendada de carbohidratos sería de entre 50 y 100 gramos por día. Además, en este caso, los carbohidratos que se deberían consumir serían exclusivamente aquellos que provienen de verduras, y evitar los que provienen de la pasta o el arroz.
Y para las personas que quieren beneficiarse de todos los beneficios metabólicos de la dieta sin carbohidratos, la ingesta diaria recomendada es de entre 20 y 50 gramos al día, pues este es el rango perfecto para perder peso rápidamente.
Se ha demostrado que cuando se consumen menos de 50 gramos de carbohidratos al día, el organismo entre en estado de cetosis, de tal forma que la energía que recibe el cerebro procede de cuerpos cetónicos. Esto ayuda a saciarte, quitar el hambre y no engordar contribuyendo a una pérdida de peso efectiva.
Los alimentos permitidos en una dieta muy baja en carbohidratos serían los vegetales bajos en hidratos de carbono, las bayas, las nueces y algunos tipos de semillas (lino o sésamo) y la avena.
Riesgos de la dieta sin carbohidratos
Los programas dietéticos que reducen o eliminan la ingesta de carbohidratos pueden conllevar algunos riesgos para la salud. Varios estudios científicos recientes apuntan a que estas dietas pueden llegar a obstruir las arterias, aumentar el riesgo de infarto, incluso, provocar un derrame cerebral si se llevan al extremo.
Esto es debido a que, al limitar la ingesta de hidratos a solo unos pocos gramos al día, el organismo comienza a depender exclusivamente de las reservas de grasa para obtener energía y también el cerebro sustituye su fuente energética habitual, la glucosa, por los cuerpos cetónicos.
