Una gesto tan cotidiano y casi que mecánico como tomarse una vaso de agua es también uno de los que más preguntas nos lleva a plantearnos. El agua sin gas no nos aporta ninguna calorías y en casi todas las dietas es básico tomar entre un litro y medio o dos litros de agua diarios, pero ¿cuándo nos conviene tomar agua?, ¿deberías beber agua mientras comes cada día?

La respuesta a estas preguntas no es fácil y suelen haber posturas contrarias al respecto, pero sí que parece probado que, aunque el agua es fundamental para que nuestro cuerpo permanezca hidratado y en buen estado, beber agua mientras comes puede ser contraproducente para un correcto desarrollo de la digestión. En este artículo te ofrecemos una respuesta que nos aclare en qué momento del día debemos beber agua 

¿Es bueno beber agua durante las comidas?

Es bien sabido por todos que el agua nos aporta multitud de beneficios, siendo fundamental para hidratar todos nuestros órganos, eliminar toxinas, ayudar en todos los procesos metabólicos y mineralizar nuestras células. Unos beneficios que la hacen única y básica para la vida, aunque siempre en su justa medida. Así, se aconseja consumir unos dos litros o dos litros y medio de agua al día, pero la controversia llega al cuestionarse muchas de las ideas preconcebidas sobre el agua como, por ejemplo, si el agua engorda o si ayuda a adelgazar, si nos hace retener líquidos o si ralentiza o modifica nuestra digestión.

La verdad es que beber un vaso de agua no tiene calorías, siendo indiferente cuando la tomemos, pero sí que si la consumimos durante la comida puede ralentizar la digestión ya que, y si tomamos el agua fría, los aceites se solidifican retrasando la digestión y haciéndola más pesada. Es por ello que se recomienda consumir agua antes de comer pues, además de servir como protección a las paredes del estómago, nos hace sentir la sensación de saciedad antes, haciendo que no comamos más de lo que necesitamos.

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Esto no quiere decir que nos adelgace, aunque, y según algunos estudios científicos, beber agua antes de cada comida puede suponer consumir entre 75 y 90 calorías menos. Algo que, y tras tres meses de dieta, supuso llegar a perder entre 2 y 3 kilos más entre quiénes hacían dieta y consumían agua antes de cada comida frente a los que no seguían esta pauta.

Otras teorías señalan que si se bebe agua durante la comida se producirá una retención de líquidos que nos hinchará. Algo que se considera falso ya que es más bien al contrario. El agua, más que ayudar a retener líquidos, sirve de estímulo al funcionamiento de nuestros riñones, facilitan el equilibrio de nuestro niveles de líquidos. Por último, también se señala que beber agua mientras comes hidratos de carbono como patatas, pasta, pan o arroz puede dificultar la digestión e hincharnos.

Si quieres aprender a controlar tu nivel de hidratación y cuál es la cantidad recomendable que deberías ingerir diariamente en base a tu necesidades, pulsa aquí y prueba la calculadora de hidratación.

Entonces, ¿cuándo y cómo debemos beber agua?

Según lo visto y las conclusiones a las que han llegado los expertos, el agua ha de beberse antes de comer y siempre a temperatura ambiente o tibia, nunca fría de la nevera. Como ya hemos señalado, el agua fría se disuelve y transforma en grasa con el consiguiente daño para nuestras arterias al ir acumulándose en ellas, además de que el agua fría también rebaja la fuerza de los ácidos del sistema digestivo y tardando éstos más en hacer la digestión. Según los expertos, el agua fría contribuye a elevar el pH del cuerpo, haciéndolo más alcalino.

Por otra parte, y si tienes digestiones lentas, también puede ser interesante tomarse un vaso de agua después de cada comida. Ten en cuenta que es fundamental beber unos 8 vasos de agua al día, fuera de las comidas principales y repartiéndolos a lo largo del día y sabiendo escuchar a nuestro cuerpo cuando tiene sed o lo sentimos hinchado al beber durante las comidas