¿Cuáles son los mejores alimentos antibióticos naturales?

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Nunca hay que automedicarse, y mucho menos con antibióticos, un tratamiento que nos debe recetar el médico de cabecera. Sin embargo, tenemos una serie de alimentos antibióticos naturales que, por sus propiedades, nos ayudarán a tratar los mismos problemas que los antibióticos. Gracias a ellos tu sistema inmune se fortalecerá y evitará la aparición de ciertas enfermedades; y por suerte son alimentos muy saludables, que deberían formar parte de cualquier dieta y que presentan muchas posibilidades a la hora de consumirlos.

Las frutas y las hortalizas

Empezamos hablando del ajo, el mejor antibiótico natural que encontramos. No vamos a ponernos a comer ajos como si no hubiese mañana, pero sí que lo podemos utilizar en infinidad de platos. Ya en la Antigüedad se conocían unas propiedades antibióticas que en la I Guerra Mundial se utilizaron para tratar el tifus o la disentería y en la II Guerra Mundial contra la septicemia. Cuenta con más de 60 componentes antivirales y antibacterianos que ayudan a tratar y prevenir infecciones. Incluso lo puedes aplicar directamente en heridas.

Otros beneficios de comer ajo

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Uno de los parientes más cercanos del ajo es la cebolla, que tampoco podía faltar entre los mejores alimentos antibióticos. Ayuda contra la tos y los resfriados, pero también contra las infecciones que provocan los parásitos intestinales. Las frutas y verduras ricas en vitamina C, como los cítricos, las fresas, el kiwi, el melón, la piña, el mango, la col -y sus variedades-, los tomates o los espárragos también refuerzan el sistema inmunológico, impidiendo a las infecciones atacar el organismo.

Más razones para comer cebolla

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Las especias y hierbas


El jengibre ocupa un lugar destacado gracias a su poder antibiótico selectivo: ataca a las bacterias malignas, pero ayuda a que crezcan los microorganismos buenos, como la flora intestinal. Así, es muy interesante consumirlo si sufres infecciones intestinales, aunque también vale para la garganta. La canela también es antiséptica, un remedio muy recomendable en caso de infecciones en el aparato respiratorio; mientras que las infusiones de regaliz estimularán tu sistema inmunológico, son expectorantes y tienen cierto efecto antiinflamatorio.

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Fácil de encontrar y habitual en nuestra cocina, el orégano también estimula el sistema inmunológico, y hace frente a bacterias, hongos o virus. Es especialmente recomendable contra los síntomas de la gripe. Por su parte, las infusiones de clavo te ayudarán a expulsar el moco de los pulmones o a eliminar parásitos, es antiinflamatoria y, gracias a su poder analgésico, reducirán el dolor que tantas veces viene asociado a este tipo de problemas. Y por mucho que sea una infusión relajante, la tila estimula las defensas, lo que le concede propiedades antivirales.

Otras especias saludables que ayudan a proteger tu cuerpo

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Los alimentos fermentados

Podemos abrir un interesante debate sobre si los elementos fermentados son naturales o no, ya que al estar preparados con una serie de microorganismos, en la mayoría de casos bacterias, no son tan naturales como los que hemos visto hasta ahora; pero la verdad es que los alimentos fermentados son un antibiótico muy potente, tanto que muchas veces el médico recomienda combinarlos con el tratamiento médico prescrito. Y sobra decir que se trata de unos antibióticos mucho más saludables que los medicamentos que puedes comprar en la farmacia.

Por qué otros motivos es bueno comer alimentos fermentados

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Lo que realmente estamos haciendo es reintroducir las bacterias en el cuerpo, que combatirán esas bacterias dañinas que nos han provocado la infección o el virus. La lista de alimentos fermentados que podemos utilizar es larga, e incluye vegetales como el chukrut o los encurtidos (como aceitunas o pepinillos, siempre que sean en salmuera y no en vinagre); lácteos como el yogur, el kéfir y algún tipo de queso; cereales y legumbres entre las que se incluyen el miso o bebidas como el vino o, mejor aún, el té fermentado o kombucha.

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