Conoce los posibles peligros de consumir germinados

Los germinados son uno de los alimentos con más proteínas y nutrientes y uno de los más ecológicos y naturales. En los últimos años su presencia se ha multiplicado en tiendas de alimentación natural y en las sección de alimentos naturales de supermercados e hipermercados como ingrediente ideal para ensaladas y otros platos. Sin embargo, en los últimos estudios de la OMS se ha llamado la atención sobre la necesidad de tener en cuenta cómo un exceso de humedad en la germinación de las semillas puede ser caldo de cultivo para la aparición de bacterias nocivas para la salud.

Una mala manipulación y cuidado en el cultivo de los germinados puede ser el origen de numerosos inconvenientes para nuestra salud. En este artículo te mostramos cuáles son los posibles peligros de consumir germinados y cómo evitarlos. ¡Toma nota!

Pero, ¿qué son los germinados?

Los germinados son alimentos vivos, semillas de legumbres o cereales que germinan y de las que crece una nueva y tierna planta. Para ello, estas semillas precisan de unas condiciones de humedad y temperatura adecuadas, además de ciertos cuidados. Los germinados contienen numerosas vitaminas como las del grupo B, aminoácidos esenciales, ácido fólico y minerales como hierro, calcio, zinc y magnesio.

Una riqueza nutricional a la que se suma un alto porcentaje de proteína, factor que convierte a los brotes en un alimento esencial para los veganos y vegetarianos. Además, los germinados pueden cultivarse en casa en botes de cristal y siempre y cuando tengamos mucha higiene y cuidado durante su manipulación. Si te animas a cultivarlos, procura hacerlo mucha precaución y teniendo muy presente que en este tipo de cultivos no son todos beneficios.


¿Cuáles son los posibles peligros de consumir germinados?

Uno de los posibles peligros del consumo de germinados es confiarse en su consumo y tener presente que, y aunque se haya contrastado que una persona con intolerancia leve al gluten tolera mejor los productos elaborados a partir de germinados, éstos siguen conteniendo gluten y puede ser contraproducente consumirlos.

Por otra parte, durante el proceso de germinación, y debido a la humedad necesaria para que se produzca, pueden aparecer algunas bacterias peligrosas. También pueden contaminarse debido a los abonos, por una mala conservación, por suciedad o por contaminarse con el agua o por no tener la higiene necesaria durante su manipulación. Es por ello que se recomienda control e higiene durante el cultivo de germinados, tanto en los germinados caseros como en los industriales, además de no consumirlos si nos encontramos en uno de los grupos de personas en los que la contaminación puede suponer más peligros o, de hacerlo, procurar que no sea en crudo y se procure cocerlos ligeramente.

¿Cómo evitar las contaminaciones de germinados?

Para evitar este tipo de contaminaciones se debe emplear semillas que hayan sido sometidas a una selección de lo más exhaustiva, además de procurar no humedecerlas y tirarlas enseguida si empiezan a oler mal o adquieren un color oscuro. Se recomienda optar por germinados industriales y, de hacerlos en casa, decantarse por sistemas en los que el agua no se estanque y las semillas no se queden húmedas. También hay que tener presente que hay semillas que tienden a oler mal ya que la piel es muy gruesa y al germinar no se suelta del todo y se pudre.

Otras medidas para evitar este tipo de contaminaciones son lavarse siempre las manos cuando se manipulen o se preparen para comer, además de tenerlos almacenados en el frigorífico lo más frescos posible y consumirlos en un breve plazo de tiempo. No se aconseja guardarlos  para consumirlos a largo plazo.

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