Una actividad física intensa exige al organismo un esfuerzo extra. La demanda de energía aumenta, el sistema cardiovascular funciona a “pleno rendimiento” y el cuerpo intenta mantener su temperatura eliminando agua y sales minerales a través de la sudoración. Las bebidas para deportistas son una importante ayuda para obtener el máximo rendimiento del ejercicio siempre de manera saludable.
¿Qué tipos de bebidas para deportistas existen?
Las bebidas para deportistas tienen tres objetivos distintos: rehidratar en profundidad, aportar energía y contribuir en la recuperación tras el esfuerzo. Según estén pensadas para realizar una u otra función pueden clasificarse en:
Bebidas energéticas
Su propio nombre lo indica. Aportan al organismo la energía necesaria para que la actividad deportiva no suponga “vaciar” los depósitos de glucógeno que el cuerpo acumula. Por ello están compuestas, en gran medida, por hidratos de carbono junto a otras sustancias estimulantes como la cafeína, la taurina o la L carnitina. Deben tomarse antes del entreno para que el organismo encuentre la energía que requiere y la consuma durante la práctica deportiva.
Bebidas isotónicas
Su misión es rehidratar en profundidad reponiendo con rapidez la pérdida de agua y sales minerales (electrolitos) que se produce cuando se realiza una actividad física intensa por un periodo de tiempo superior a una hora. Pueden ingerirse antes, durante o después del ejercicio, pero hay que recordar que no son un refresco y conviene tomarlas solo cuando el cuerpo realmente lo necesita. Son bebidas isotónicas las que contienen sales minerales en la misma proporción que nuestras propias células. Si aportan una cantidad mayor, son hipertónicas (sólo recomendables en caso puntuales de pérdida excesiva de minerales) y si su aporte es inferior son hipotónicas (hidratan aún más pero contienen escasos electrolitos).
Bebidas recuperadoras
Tienen puntos en común con las anteriores porque incluyen en su formulación carbohidratos y también colaboran en la rehidratación tras el ejercicio. Además, este tipo de bebidas aportan proteínas para favorecer la recuperación de las fibras musculares y muchas incorporan vitaminas y otros antioxidantes para frenar la acción de los radicales libres que se ven incrementados con la actividad deportiva. El té es una buena bebida para los deportistas, especialmente después de practicar el ejercicio, puesto que nos ayuda a relajar nuestros músculos y a recuperar las energías que hemos perdido.
Bebidas naturales para deportistas ¡siempre bienvenidas!
Existe una gran variedad de bebidas industriales cuyo objetivo es mejorar el rendimiento deportivo. No obstante, el asesoramiento profesional es importante antes de incorporarlas a la dieta. Dependiendo de la condición física, del tipo de deporte que se practique e incluso de las condiciones ambientales donde se realice la actividad son recomendables unas más que otras.
Hay que tener en cuenta la cantidad de hidratos que aportan, por ejemplo, las bebidas energizantes (un abuso injustificado puede llevar a la obesidad) o los minerales que contienen las bebidas isotónicas (si el organismo no los demanda, no deberían ingerirse). En definitiva, si practicas deporte intenso con asiduidad, consultar con un experto en nutrición deportiva es más que recomendable antes de tomar con regularidad este tipo de bebidas.
Otra opción es recurrir a algunas bebidas naturales que resultan tan efectivas como las industriales a la hora de rehidratar el organismo y llenarlo de energía. Algunas perfectas para los más deportistas son:
- Té verde: antes o después, un té verde frío, refresca e hidrata. Antes, su contenido en teína estimula el organismo y acelera el metabolismo; después, sus antioxidantes favorecen una buena recuperación.
- Zumos vegetales: energizantes, isotónicos y recuperadores… con leche, frutas y verduras puedes elaborar batidos y zumos capaces de proporcionarte todo lo que necesitas para mejorar tu rendimiento y mantenerte perfectamente hidratado. Buenas ideas son:
- Batido de piña, plátano y jengibre: estimulante, hidratante y energético.
- Yogur líquido con copos de avena (o muesli) batidos: carbohidratos + proteína.
- Batido de leche desnatada, fresas o frambuesas y clara de huevo: potente reconstituyente.
- Batido de cítricos: leche desnatada con fresas, naranjas y kiwi. Hidratación y antioxidantes.
- Zumo a base de tomate: sus antioxidantes (licopeno) y su contenido en sodio y potasio lo convierten en una bebida “isotónica” natural.
- Leche con cacao: carbohidratos y proteínas hacen que un batido de chocolate pueda ser el reconstituyente perfecto.
- Agua de coco: hidrata en profundidad y además ayuda a mantener a raya los niveles de colesterol, algo que nunca está demás.