En el supermercado tenemos una amplia gama de leches de origen vegetal, pero la más digestiva de todas ellas es la leche de arroz. La podemos mezclar perfectamente con el café o los cereales, y a diferencia de otras leches vegetales no tienen críticos. Al ser de origen vegetal está libre de lactosa, y tampoco tiene gluten por lo que los celíacos también pueden beneficiarse de sus propiedades; y se recomienda en dietas post-operatorias y en casos de gastroenteritis, vómitos, gastritis, acidez estomacal o durante el embarazo.

Propiedades de la leche de arroz

Precisamente su fácil digestión es la característica principal de la leche de arroz. Cuando tenemos problemas estomacales el arroz blanco es la estrella principal de la dieta debido a sus propiedades nutricionales y digestivas, y con la leche de arroz pasa lo mismo. Cuando el cuerpo está revuelto y no tolera alimentos podemos beber leche de arroz. Es fácil de digerir, ya que tiene pocas proteínas y nos aporta azúcares de magnífica calidad, lo que facilita su metabolización y que el cuerpo tenga energía de fácil asimilación.

Piotr Marcinski || Shutterstock

Ese aporte energético se debe a los carbohidratos, presentes en las leches de origen vegetal, lo que las convierte en un alimento muy interesante para los deportistas cuando necesitan un aporte rápido de energía. Además, la leche de arroz es una bebida que no nos pesa en el estómago, por lo que las personas sin apetito también la pueden tomar y aprovechar todos esos nutrientes que nos aporta. El tránsito intestinal mejorará, ya que el almidón se rompe durante la fermentación del arroz lo que se traduce en un tránsito más fluido.

Otra de las características de la leche de arroz es que nos ayuda a perder peso, ya que es la más ligera de todas las leches naturales y nos aporta muchos nutrientes con pocas grasas. De hecho un vaso tan solo nos aporta 1,5 gramos de grasa, lo que en realidad nos ayuda a absorben mejor las vitaminas que tomamos. Se trata de un alimento depurativo, que además de aportar vitamina D o E ayuda a limpiar el organismo. La propia vitamina D es la encargada de reducir las grasas, y es baja tanto en calorías como en sodio.

Al ser baja en sodio también nos ayuda a reducir el colesterol. De hecho, no tiene colesterol por lo que la leche de arroz está indicada para personas con colesterol, pero también a la hora de prevenir enfermedades cardiovasculares o para tratar la obesidad. Además, sus ácidos grasos son beneficiosos para el corazón. Tonifica los pulmones y el sistema respiratorio, el triptófano que contiene es un aminoácido vital para el sistema nervioso y también refuerza el sistema inmunológico.

Diferencias entre la leche de arroz y la leche de origen animal

Más allá de la ausencia de lactosa, gluten o grasas saturadas la principal diferencia entre la leche de arroz y las leches de origen animal, en especial la leche de vaca, es el escaso aporte de calcio que supone. Sin embargo, en el supermercado no te costará nada encontrar leches de arroz enriquecidas con calcio, tanto de forma artificial como con calcio natural procedente de algas marinas. Otra opción es compensar la falta de este mineral con alimentos ricos en calcio, como las legumbres o los frutos secos.

Por lo demás no se aprecian grandes diferencias entre la leche de vaca y la de arroz, que como decíamos puede ser el sustituto perfecto para intolerantes a la lactosa, celíacos o veganos. La leche de arroz consumida a partir de productos fortificados tiene el mismo valor nutricional que la leche de vaca, y tanto el aspecto como el sabor son muy parecidos.