Los germinados son alimentos vivos y frescos que deberíamos incluir en nuestra dieta para conseguir hacerla mucho más sana de una manera fácil. Y es que los germinados nos ofrecen una gran cantidad de minerales, vitaminas, oligoelementos y enzimas ideales para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Esta característica la ha convertido en uno de los alimentos más buscados como forma de corregir todas las carencias de la alimentación moderna saturada de comidas rápidas y procesadas.

Si deseas introducir los germinados en tu dieta diaria, en este artículo te mostramos cómo aprender a hacer germinados y disfrutar de todas sus propiedades. ¡Anímate a cuidarte y a cuidar de los tuyos de manera fácil y sana!

¿Qué propiedades tienen los germinados?

Los germinados se consumen desde antiguo y desde siempre se han tenido por un alimento sano que favorece la salud, siendo además de muy fácil cultivo. Su valor nutricional se mantiene hasta el momento en que se consumen y sus beneficios son de lo más atractivo para nuestra salud. Así, los germinados son una importante fuente de proteínas, son desintoxicantes, presentando un gran capacidad revitalizante y regenerativa. Además, son idóneos para depurar el organismo y hacer que funcione mejor el sistema digestivo al ser un alimento predigerido. Los brotes son muy aconsejables para personas con el estómago delicado ya que se asimilan fácilmente y facilitan que el organismo se regenere.

¿Cómo cultivar germinados?

Los germinados se pueden cultivar de forma sencilla en casa, siendo además un producto económico y ecológico al ser cultivado sin fertilizantes químicos ni insecticidas. Las semillas se han de poner en frascos de cristal de boca ancha y proceder a rellenarlos con agua hasta la mitad. Cada frasco se ja de cubrir con una gasa y una goma elástica. Las semillas han de estar a remojo durante unas 10 o 12 horas, dependiendo de la dureza de las mismas. Durante ese tiempo no debe darles la luz de forma directa. Pasada la fase de remojo es preciso escurrir el agua y enjuagarlas. Una vez secas se preciso dejarlas en un lugar seco y cálido. En unos días comenzarán a germinar.

Las semillas han de ser siempre de gran calidad al objeto de que los brotes también sean de alta calidad biológica. Los brotes que son comestibles pueden comerse enteros, también sus raíces y sus hojas. Los especialistas recomienda su consumo en crudo, especialmente en ensaladas, siendo también ideales para comer en tortillas, salteados y numerosos platos cocinados.

¿Qué semillas se pueden cultivar para germinados?

Antonova Anna || Shutterstock

Entre las semillas más populares para germinar se destacan las de la albahaca, muy ricas en vitamina A y B1 e indicadas para las personas con problemas digestivos. Las de alfalfa son ricas en vitaminas y minerales, utilizándose como remedio y alivio para enfermedades como la anemia y la osteoporosis. Otra de las semillas más utilizadas para hacer germinados es la de la cebolla. Estos germinados tienen numerosas vitaminas, teniendo propiedades antibióticas, diuréticas y antisépticas.

También puede decantarte por semillas tan beneficiosas como las del fenogreco, ideales por sus propiedades depurativas, además de recomendarse en procesos anémicos, de fatiga y de debilidad, ayudando a regular el apetito. Las de los garbanzos ayudan a regular el colesterol, mientras que las de hinojo ayudan a eliminar grasas y líquidos de nuestro organismo. Otras semillas que es conveniente cultivar para germinados son los guisantes, el girasol, el ajo, el berro, el brócoli, las lentejas, la mostaza, la rúcula, el trigo, los rábanos o la soja, entre otras muchas.

Como puedes ver no es nada difícil cultivar tus propios brotes en casa y tener siempre un alimento de lo más sano en tu despensa.