¿Eres de los que piensa que los medicamentos son los únicos que pueden curarte cuando estás enfermo? Si es así, en este artículo podrás descubrir que además de las medicinas, existen también alimentos con un alto poder curativo en determinadas enfermedades. ¿Quieres saber cuáles son y que dolencias pueden aliviar? Sigue leyendo.
El aceite de oliva: reduce tu colesterol
El oro líquido de la gastronomía mediterránea es uno de los alimentos que contiene potentes poderes medicinales. Además de poseer un exquisito sabor y de enriquecer los platos mejor que ningún otro tipo de aceite, se ha demostrado científicamente que es un potente reductor del colesterol conocido como 'malo' (LDL).
El ácido oleico que contiene el aceite de oliva virgen extra nos ayuda a evitar enfermedades del hígado y del corazón, así como la arterioesclerosis. La dosis diaria recomendada de aceite de oliva son 30 gramos (unas tres o cuatro cucharadas) repartidas entre las diferentes comidas. Y es mucho mejor si lo comes crudo.
El ajo, el enemigo de los problemas digestivos
Además de aportar un inconfundible sabor a muchos platos de la cocina española, el ajo es un fruto con enormes poderes curativos. Las personas que sufren hipertensión pueden encontrar en el ajo la clave para bajarla. Asimismo, para las personas que padecen problemas digestivos, el ajo puede convertirse en el remedio perfecto a la hora de procesar mejor los alimentos que se ingieren. Eso sí, no es recomendable para aquellos que padecen acidez o gases.
Por si esto no fuer poco, el ajo tiene unas propiedades depurativas inigualables, y ayuda de forma eficaz a desechar las toxinas que acumula el organismo. A todo esto hay que añadir, también, que el ajo es un potente fungicida y antiviral, por lo que estará especialmente recomendado para las personas que padezcan hongos, o para las que hayan contraído virus como la gripe, el herpes, o la gastroenteritis, entre otros muchos. Aquí tienes más razones para comer ajo si es que aún no te hemos convencido.
La cebolla o el poder descongestivo de un alimento
Otra gran aliada en las recetas de la gastronomía mundial es la cebolla, pues además de aportar un inconfundible sabor a nuestros platos, les confiere una textura única e inigualable. Sin embargo, la cebolla tiene muchos usos lo que hacen que sea mucho más que un ingrediente de cocina, ya que posee propiedades curativas demostradas en el tratamiento de enfermedades de tipo pulmonar y bronquial, debido a su eficaz poder descongestionante. También se usa para combatir o curar afecciones propias de la garganta y la nariz, como la tos, las anginas, la afonía o la rinitis.
La miel, dulce al paladar y perfecta para tu piel
No es de extrañar que recurramos a la miel cada vez que pasamos por un proceso vírico o un resfriado, sobre todo si nos duele la garganta. Pero más allá de esta propiedad curativa y antiinflamatoria, la miel puede ser el remedio perfecto para curar otras afecciones de carácter leve, como la dermatitis de la piel, la conjuntivitis de los ojos, las úlceras de estómago, incluso, es un eficaz tratamiento para combatir la placa dental.
Hablamos de la miel como un alimento curativo esencial porque también es un excelente remedio para eliminar las toxinas que nos sobran de nuestro cuerpo, así como para eliminar hasta un 35% del alcohol ingerido, ya que activa el metabolismo del hígado, y le ayuda a deshacerse de cualquier bebida alcohólica que hayamos tomado. Asimismo, las personas que padecen insomnio por ansiedad o estrés, pueden probar a tomar un vaso de leche caliente con miel de tilo o azahar antes de irse a la cama, y comprobarán sus efectivos poderes relajantes.
El jengibre, la raíz que activa tu circulación
Esta raíz procedente de la India ha sido utilizada durante siglos como un alimento sanador, pues se ha usado, sobre todo, en el tratamiento de procesos inflamatorios, así como para activar la circulación sanguínea. Sin embargo, con el paso de los años se han ido descubriendo más propiedades curativas del jengibre como, por ejemplo, que ayuda a evitar las náuseas y calma el estómago (sobre todo en el caso de las náuseas y mareos matutinos que sufren las embarazadas). Asimismo, el jengibre tomado en infusión es un efectivo remedio contra el dolor local, y se utiliza como bálsamo de alivio ante las molestias y dolores que genera la artritis reumatoide.