Alimentos que contienen ácido butírico

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El ácido butírico es una sustancia que contienen determinadas grasas saturadas de origen animal y vegetal. También nuestro organismo es capaz de producirlo pero en mínimas cantidades por lo que, dados sus beneficios para la salud, no es mala idea conocer qué alimentos pueden aportarlo de manera natural.

Ingerir alimentos con ácido butírico nos va a permitir cuidar nuestra flora bacteriana, a la vez que posee importantes propiedades anti inflamatorias. Estudios recientes señalan que es efectivo a la hora de prevenir y mejorar enfermedades como el cáncer de colon, el síndrome de intestino irritable o la enfermedad de Crohn. Aunque ya se utiliza en forma de aditivo o suplemento alimenticio, para aumentar la presencia de ácido butírico en nuestro organismo algunos de los alimentos que deberíamos tomar son:

Leche

Leche entera, en su estado natural, especialmente la leche de búfala seguida de la de cabra y de la de oveja. Dada la cantidad de posibles agentes patógenos que contiene la leche en origen, no es un alimento que podamos beber directamente tras su extracción. La que ingerimos habitualmente no contiene ácido butírico pero sí podemos encontrarlo en ciertos derivados, especialmente en la mantequilla. Nuevamente la manteca o mantequilla de búfala es la variedad que más cantidad de ácido butírico puede llegar a aportar al organismo, aunque cualquier mantequilla lo incorpora en una proporción mayor o menor.

Como curiosidad, decir que el causante del particular sabor a rancio que puede llegar a tener la mantequilla “pasada”, es el ácido butírico. También, dentro de los derivados lácteos que mayor aporte de este ácido proporcionan hay que destacar el queso parmesano y la mozarela fresca, elaborada, por supuesto, con leche de búfala.

Diente de león

Diente de león

Sin duda el diente de león no dejará de sorprendernos porque de él se aprovecha todo, desde su raíz, ideal para diuréticas infusiones, hasta sus flores que también son comestibles y pueden enriquecer cualquier ensalada. Además, sus pequeñas hojas verdes son fuente de minerales, vitaminas y también de gasas formadas por ácidos grasos beneficiosos como el butírico.


Alcachofas de Jerusalén

Pese a su exótico nombre, en realidad se trata de un tubérculo que nada tiene que ver, que sepamos, con la Ciudad Santa. Su sabor sí recuerda vagamente al de las alcachofas pero, en realidad, tiene más similitud con las patatas o los boniatos. Estas alcachofas son ricas en hierro y potasio y se pueden tomar fritas, hervidas, en guisos… suponen una manera sencilla de incrementar la ingesta de ácido butírico.

Kombucha

Es un té fermentado, muy refrescante y con efectos prebióticos. Está elaborado con plantas diversas entre las que destaca el llamado hongo de Manchuria. Es una bebida conocida desde la antigüedad y en la que destacan las propiedades desintoxicantes y estimulantes. Su contenido en ácido butírico convierte a esta infusión en una valiosa ayuda a la hora de mejorar problemas gastrointestinales.

Plátanos sin madurar

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Algunos alimentos, aunque no contengan en sí mismos este ácido, contribuyen a que nuestro propio organismo incremente su producción. Esto ocurre con algunas frutas que no han alcanzado su grado óptimo de maduración. Como ejemplo, la ingesta de plátanos, aún algo verdes, hace que la flora bacteriana actúe y genere una mayor cantidad del preciado ácido.

Jicama

Se trata de un tubérculo muy común en Latinoamérica y menos conocido en Europa. También se le llama nabo mexicano y es un alimento repleto de buenas propiedades, de sabor ligeramente dulce y con multitud de opciones culinarias. Es bajo en grasas pero, en las pocas que contiene, encierra ese pequeño tesoro que es el ácido butírico.

Son ya muchas las pruebas que evidencian las buenas propiedades de la acción del ácido butírico en nuestro organismo. Digestiones más sanas y un tránsito intestinal correcto dependen, en parte, de su presencia y correctos niveles. Si apuestas por él, elige entre los alimentos que lo contienen o que contribuyen a su formación.

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