Rico en proteínas, vitaminas, minerales, y una fuente importantísima de Omega 3. El pescado es uno de los alimentos esenciales en la nutrición de los seres humanos, y especialmente imprescindible en niños en edad de crecimiento.

Si bien es cierto que en ciertas zonas costeras, especialmente en el Mediterráneo, el pescado suele tener una marcada presencia en la dieta diaria, son también muchas las personas las que optan por elegir la carne como base fundamental de su alimentación renunciando, de esta manera, a los múltiples beneficios que el pescado aporta a su salud.

Los expertos en nutrición aconsejan consumir entre dos y cuatro raciones de pescado a la semana alternando, siempre que sea posible, los pescados blancos con los azules. En el caso de los niños menores de 14 años y de las embarazadas, se recomienda un consumo semanal superior a las cuatro raciones.

¿Para qué es bueno comer pescado?

Al hablar del pescado y sus propiedades tenemos que separar, primero, las dos variedades que existen en el mercado. Por un lado, el pescado blanco o magro, al que pertenecen todos aquellos pescados cuyo contenido graso no suele representar más del 2% de su peso total. En cambio, el pescado azul o graso es aquel que contiene una proporción de grasa superior al 5%, normalmente inserta en sus músculos.

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Esta variedad, el pescado azul procede, sobre todo, de aguas profundas y frías del mar. Algunas de las familias de pescado a las que se les otorga la categoría de pescado azul son, por ejemplo: el salmón, la caballa, la sardina, la trucha, el salmonete, el pez espada o, el rodaballo, entre otros muchos.

Propiedades del pescado azul

Los pescados azules son especialmente ricos en Omega 3, unos ácidos grasos esenciales que resultan excelentes para nuestra salud y, especialmente, para combatir el conocido como 'Colesterol Malo'. Además, el Omega 3 es también una potente arma preventiva contra enfermedades de tipo circulatorio.

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Otro de los beneficios especialmente asociados al consumo de pescado azul es su potente efecto para aumentar la concentración mental, así como para mejorar el estado de ánimo en general. Es por esto que los expertos recomiendan que el pescado azul esté especialmente presente en la dieta de los niños durante la etapa escolar.

Propiedades del pescado blanco

Por otro lado, los pescados denominados blancos son aquellos que presentan un aspecto mucho más fino, más bajo en grasas, y que tienen un aporte de calorías muy inferior al del pescado azul. Algunas de las variedades que pertenecen a la categoría de pescados blancos son, por ejemplo: el bacalao, el besugo, el cabracho, la dorada, el gallo, el fletán, el lenguado, la lubina o la merluza, entre otras muchas variedades.

Los pescados blancos están especialmente indicados en las dietas de adelgazamiento porque pertenecen a los pescados bajos en calorías. Esto lo convierte en un plato principal perfecto si se acompañan de algún tipo de verdura o hidrato de carbono.

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Pero además de esto, el pescado blanco constituye una fuente inagotable de proteínas por lo que está especialmente recomendado en la dieta de los deportistas y en general, de toda la población. Además del alto aporte proteico de este pescado, también es una fuente importante de vitaminas del grupo B, que son las encargadas de metabolizar el oxígeno en el cuerpo humano, así como de regular nuestro sistema nervioso.

Al igual que ocurre con los pescados de la variedad azul, los blancos también son potentes aliados contra el colesterol y protectores contra las enfermedades cardiovasculares. Además, su alto contenido en selenio, los convierte en una excelente arma para nuestras uñas y nuestro cabello, ya que retardan su envejecimiento.