Si estás a dieta o eres diabético y tienes que controlar cada miligramo de azúcar que ingieres, puede que acabes odiando la hora del postre.
Sin embargo, existen una serie de postres sin azúcar ni grasa para chuparse los dedos, que podemos comer sin preocuparnos por la dieta, el nivel de azúcar o las calorías. Con ellos podrás cubrir tus antojos de dulce sin remordimientos porque te has saltado la dieta.
Pudin de chía
Más allá de las excelentes propiedades adelgazantes de las semillas de chía, una de las ventajas de este pudín es la versatilidad que ofrece. Puedes preparar un delicioso pudín de chía con fresas y plátano, o darle un toque más tropical con mango, coco y dátiles.
Bate las semillas de chía con la leche -animal o vegetal-, la fruta y, si quieres endulzarlo, un poco de estevia. Enfríalo y, antes de servirlo, añade trozos de fruta natural para mejorar la presentación y hacerlo todavía más delicioso.
Helado casero
Una de las alternativas caseras más populares a los postres con grasa y azúcares son los helados caseros de fruta. Basta con un molde, donde pondremos a congelar un zumo o un puré de frutas, al que podemos añadir trozos de fruta natural. Hay quien los hace con leche y galletas, o con yogur y fruta -que sea un yogur natural desnatado-.
Otra opción es congelar la fruta ya cortada, licuarla y añadir un poco de margarina antes de volver a congelarlo.
Trufas de chocolate sin azúcar
¿Quién dijo que el chocolate no era compatible con estos postres saludables? El secreto está en la pureza del chocolate: cuanto más puro, las propiedades del chocolate serán mejores. Derrite 240 gramos de chocolate, y mientras se templa monta la nata líquida y añádela al chocolate evitando que se baje. Enfríalo en la nevera, y cuando tengas una masa manejable haz las bolitas que rebozaremos en virutas de chocolate o chocolate en polvo.
Ya solo tienes que decidir si enfriarlas en la nevera o congelarlas para tener trufas heladas.
Cheescake ligera
Hay que licuar tres paquetes de queso cremoso light, un par de huevos, media taza de un endulzante como la estevia y medio limón. Asegúrate de que el queso es bajo en grasas, y sácalo una hora antes de la nevera para que esté a temperatura ambiente.
Una vez hecha la mezcla -le puedes añadir un poco de vainilla o alguna esencia frutal- si vierte en un molde y lo ponemos en el horno, que ya estará caliente, unos 40 minutos a 180º. Finalmente lo dejamos unas dos horas en la nevera para que se enfríe.
Flan light
La preparación es similar a la del flan convencional, aunque utilizaremos leche desnatada o flan light, y en vez de coronarlo con nata lo decoraremos con fruta.
Calienta a fuego lento cuatro tazas de leche desnatada y el flan light, agitándolo para que se disuelva del todo. Ponlo en el molde y déjalo una hora en la nevera para que se cuaje. Mientras, pon en una olla 1/4 de vaso de agua con las frutas -por ejemplo, frutas del bosque o fresas-. Caliéntalo unos 5-10 minutos, y añade ralladura de limón. Solo tendrás que decorar el flan con la fruta.
Crepes de queso, manzana y nueces
Aunque originariamente esta saludable receta utiliza quesos grasos como el gorgonzola, ricos en grasas saturadas, podemos utilizar quesos menos grasos como el de untar. Lo mismo pasa con la manzana o las nueces, podemos cambiarlas por otras frutas como la pera, las fresas, etc.
Para hacer la masa asegúrate de utilizar leche y mantequilla desnatada, y una vez la tengas solo hay que esparcir bien el queso y añadir la fruta, cortada a rodajas bien finas, y las nueces que antes habremos picado.
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