Se calcula que uno de cada cinco españoles padece estreñimiento de forma habitual y esta es, además, una incómoda dolencia que afecta en mayor medida a las mujeres que a los hombres. Asimismo, el 20% de las consultas médicas sobre temas digestivos giran, precisamente, en torno a esta problemática, según revelan los datos de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD).

Actualmente existen múltiples remedios que pueden ayudar a las personas estreñidas a ir al baño con regularidad. Además de establecer un hábito diario, los expertos recomiendan utilizar algún tipo de suplemento alimenticio que ayude a favorecer el tránsito intestinal, como es el caso, por ejemplo, de las semillas de lino o de suplementos que contengan sen o cáscara sagrada.

En muchos casos, el estreñimiento está provocado por los malos hábitos alimenticios que llevamos a cabo en nuestro día a día, sobre todo, al seguir dietas pobres en fibra y con un alto contenido en grasas y azúcares. También las personas que consumen poca agua a lo largo del día, suelen ser también más propensas a padecer estreñimiento.

Otro de los factores clave para combatir esta incómoda dolencia es la práctica de ejercicio físico frecuente. Nadar, correr, montar en bicicleta o, simplemente, dar un paseo a diario, son hábitos que nos ayudan a mantener en forma nuestro intestino y a favorecer los movimientos peristálticos que provocan que vayamos al baño con cierta regularidad.

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¿Por qué nos ayuda el lino a combatir el estreñimiento?

Las semillas de lino se han convertido en un suplemento alimenticio perfecto para las personas que padecen estreñimiento tanto crónico, como ocasional. Tan alta es su efectividad que, de unos años para acá, se ganado la categoría de superalimento.

Sin embargo, el motivo por el que estas semillas se han hecho más populares ha sido, sin duda por su poder para combatir el estreñimiento. Y es que, 100 gramos de semillas de lino contienen alrededor de 27 gramos de fibra soluble, casi cuatro veces más que algunas frutas como el kiwi, el caqui o la manzana.

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Las fibras solubles que contienen las semillas de lino actúan mediante el aumento del volumen de las heces, provocando la acumulación de agua, y favoreciendo los movimientos peristálticos del intestino.

Las personas que padecen estreñimiento de forma crónica, y que precisan de la ayuda de algún suplemento para poder ir al baño con regularidad, pueden tomar una cucharada de lino cada día antes de irse a dormir o a la hora del desayuno. Eso sí, se recomienda tomarlas siempre junto a un vaso de agua, ya que de esta forma se conseguirá que las semillas actúen de forma más rápida y eficaz.

Además, si el estreñimiento es sólo ocasional, los expertos en nutrición recomiendan tomar una dosis doble (dos cucharadas) de semillas de lino, acompañadas de un vaso de agua antes de ir a dormir.

Otra gran ventaja es que las semillas de lino son más aconsejables que cualquier otro laxante químico que se pueda comprar en farmacias, ya que éstas no crean dependencia, y pueden ser usadas sólo durante los días que persista el estreñimiento ocasional.

Las semillas de lino proceden de la planta Linum Usitatissimum, más popularmente conocida como linaza. Además de ser muy efectivas contra el estreñimiento, debido a la gran cantidad de fibra que contienen, destacan por ser muy ricas en ácidos grasos omega 3. Por este motivo, los expertos en nutrición recomiendan tomar estas semillas para evitar la acumulación de colesterol en nuestra sangre.

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Asimismo, su riqueza en mucilagos y pectinas, las convierten en un alimento muy saludable para el cuidado del cabello y de la piel. De hecho, es muy habitual la elaboración de cataplasmas que contienen aceite de lino para el tratamiento y la curación de eczemas, quemaduras o para evitar la caída del pelo.