Son muchos los hogares españoles que optan por consumir algunos alimentos fritos de forma habitual, como es el caso de las carnes y pescados rebozados, las croquetas, o las patatas fritas que sirven de guarnición para muchos platos. Si bien, ésta no es la manera más saludable de comer, sí que es cierto que resulta ser deliciosa en algunas recetas de cocina.
A la hora de freír debemos tener en cuenta cuál es el mejor aceite, así como cuál es el aceite que más beneficios positivos nos aporta al cocinar con él. Una de las claves para conseguir una cocina saludable mediante la fritura de alimentos, es estar atentos a la temperatura a la que calentamos el aceite, ya que los aceites que se calientan de más y desprenden humo, son muy perjudiciales para nuestra salud. Por
Existen multitud de aceites en el mercado que están especialmente indicados para freír. El más común y el más empleado en España es el aceite de girasol, aunque también se suele usar el de maíz, o el de soja.
El aceite de oliva, el mejor aliado para freír alimentos
Sin embargo, estudios recientes llevados a cabo en la Universidad de Sfax (Túnez) han puesto de manifiesto que el aceite de oliva es el mejor aceite y el que mejor soporta las altas temperaturas, sin perder sus propiedades.
Y es que el aceite de oliva resiste mejor el calor que otros aceites fabricados a partir de semillas, porque su riqueza en ácidos oleicos y en polifenoles consiguen que éste sea menos vulnerable al proceso de oxidación.
Mientras que el aceite de oliva es capaz de resistir hasta los 370 grados Fahrenheit (unos 150 grados centígrados) sin perder sus propiedades, el aceite de girasol, por ejemplo, sólo aguanta hasta los 356 grados, y cuando sobrepasa esta temperatura, se degrada, debido a la gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturados que contiene.
También hay que tener en cuenta que el aceite, sea de oliva o de girasol, no debe ser reutilizado muchas veces. En este caso, el de oliva es el que nos permite freír los alimentos durante más veces sin cambiarlo. Eso sí, se recomienda no utilizar nunca un mismo aceite más de cinco veces.
Si optamos por elegir un aceite de oliva virgen extra para cocinar alimentos fritos, hemos de tener en cuenta que esta variedad es la que mejor aguanta la temperatura del fuego, llegando a soportar hasta los 180 grados centígrados sin alterar sus propiedades.
Además de este aspecto tan positivo, el aceite de oliva tiene otra cualidad y es que a altas temperaturas, la fritura resulta ser mucho más rápida y, por lo tanto, el alimento que cocinamos pierde menos nutrientes que el que pasa mucho tiempo en la sartén.
Asimismo, el aceite de oliva tiene el poder de potenciar el sabor de los alimentos que cocinamos. Por este motivo, una fritura cocinada con aceite de oliva será mucho más sabrosa que una en la que se emplee aceite de girasol o de semillas.
Finalmente, si queremos que nuestra fritura tenga menos calorías y sea mucho más saludable, se recomienda dejar el alimento una vez frito sobre un colador o sobre un papel de cocina súper absorbente para retirar, de estar forma, los restos de aceite sobrantes del alimento.
Por lo tanto, a la hora de elegir un aceite para freír debemos pensar en nuestra salud antes que en nuestro bolsillo, pues resulta mucho más recomendable decantarse por un aceite de oliva virgen extra, que por uno de semillas de girasol o de maíz.
