El Parkinson es una enfermedad que se diagnostica cada vez con mayor frecuencia, pero también con mayor rapidez, pudiendo gozar en la actualidad de avanzados estudios y tratamientos que nos permiten realizar un diagnóstico avanzado para que la enfermedad no avance con tanta rapidez. Pero es cierto que son muchos los aspectos que se deben tener en cuenta, así como las necesidades de los enfermos, que van variando dependiendo de la fase en que se encuentren.
La alimentación y el Parkinson
Desde la fase inicial de la enfermedad del Parkinson debemos tener en cuenta que los hábitos deben empezar a cambiar, ya que son muchas las limitaciones que se producen tanto en el ámbito de la comunicación como de las actividades y los movimientos que los afectados pueden realizar, por no hablar de la alimentación y los productos que van a tener restringidos a partir del momento en que son diagnosticados.
Si bien es cierto que cambiando la alimentación de los enfermos de Parkinson no lograremos hacer que la enfermedad desaparezca, sí que podremos evitar un mayor desgaste y que el cambio en la dieta contribuya a que sobrelleven de un mejor modo la evolución de la enfermedad. Lo primero que debemos saber es que estos enfermos tienen problemas para poder masticar y tragar con total normalidad, por ello debemos optar por una dieta que proporcione todos los nutrientes necesarios pero sea fácil de masticar y les produzca las menores molestias posibles. Además, deberá incluir una gran cantidad de fibra, ya que también suelen padecer de estreñimiento. Como no siempre se les van a proporcionar alimentos blandos o purés y la alimentación debe seguir siendo variada a pesar de su enfermedad, es necesario que se les proporcione mucha cantidad de agua, sobre todo al inicio de cada comida, para que así sea más fácil su deglución. No olvidemos que deben seguir todas las comidas del día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
Otra parte importante es la correcta posición al comer y proporcionarles cubiertos y menaje que sean de un plástico resistente, ya que cabe la posibilidad de que se les caiga en algún momento y es incómodo para ellos que se rompa o sea un problema para el resto de personas.
Los beneficios de la Andulación en el Parkinson
Pero además de lo que diariamente se puede hacer por los enfermos de Parkinson proporcionándoles cuidados y cambiando sus hábitos alimenticios, también deberemos ayudarles con otras técnicas, algunas muy tradicionales y otras más innovadoras que, aunque no proporcionen una curación a día de hoy, ayuden a mitigar las tensiones que estos pacientes sufren y también les permitan mejorar su nivel de vida. La fisioterapia, así como la estimulación cerebral con electrodos, permiten a estos enfermos experimentar ciertos avances gracias a los cuales pueden realizar actividades con un poco de normalidad respecto a otras fases de la enfermedad. HHP Spain, gracias a su tecnología de Andulación, ayuda a que las personas que sufren Parkinson mejoren sustancialmente su estado, eliminando parte de los dolores que les causa esta terrible enfermedad degenerativa. Esto es posible a través de una combinación de estímulos vibratorios y calor infrarrojo que penetra en los tejidos, estimulando la actividad celular de todo el organismo. No obstante, debemos saber que en ningún caso se trata de un sustituto de la medicación que deben tomar a diario, pero posiblemente notemos que con este tratamiento mejora su bienestar, lo que nos proporciona alivio y esperanza.
Es necesaria una mayor investigación y encontrar más tratamientos como la Andulación que aporten una mejora en la calidad de vida de estos enfermos, ya que el Parkinson empieza a disponer de tratamientos que disminuyen la incapacidad de sus enfermos y existen diagnósticos muy tempranos, pero ayudar a aquellos que ya la sufren a paliar sus efectos, especialmente en estadios avanzados, es vital.