Aunque muchos se hayan fijado en la alcachofa solo por ser uno de tantos alimentos que ofrecen buenos aportes nutritivos sin apenas tener calorías, las alcachofas son mucho más que un simple alimento de dietas. Es una de las verduras más saludables que el ser humano puede consumir, y en este artículo te lo vamos a demostrar. Tal vez no seas muy amigo de este alimento, por su sabor o por su textura, pero seguro que después de leer las razones por las que deberías comer alcachofa sales deseando disfrutar de esta hortaliza, que también puede ser un manjar exquisito.

Comer alcachofa nos aporta múltiples beneficios

Si ya desde la Edad Media la alcachofa es bien considerada por su gran aporte de minerales y nutrientes, debemos entender que este alimento ha conseguido permanecer en nuestra dieta durante mucho tiempo, y que por algo será. Lo mejor es que la alcachofa tiene un sabor tan inconfundible que hay muchos que la adoran, pudiendo comerla prácticamente a diario, con los beneficios que esto reporta. Si eres de los que no son muy amigos de dicho sabor intenso, tal vez sus beneficios para nuestro cuerpo sean suficientes para que cambies de opinión con respecto a este alimento.

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Y es que la alcachofa es un alimento perfecto para solventar problemas digestivos, gracias a sus nutrientes y su alto contenido en agua. Esto hace que sea muy adecuada para las personas que sufren de digestiones pesadas, ácido úrico, reuma o cálculos de vesícula. Relacionado también con el estómago, ayuda a estabilizar nuestro sistema digestivo cuando estamos con diarrea, o también con estreñimiento, siendo uno de los alimentos más recomendados para este tipo de problemas. La alcachofa reduce igualmente el colesterol malo y nos ayuda a desintoxicar nuestro hígado gracias a que sus nutrientes son de gran ayuda para regenerar las células hepáticas.

Todo aquel que esté sumido en la aventura de perder peso, y entienda que buena parte de esto viene dado por una buena desintoxicación y depuración de nuestro organismo, debe tener muy en cuenta también a la alcachofa como alimento perfecto para esta función. Gracias a sus nutrientes y minerales, su función depurativa la convierte en uno de los mejores alimentos diuréticos que existen, ayudándonos a eliminar las toxinas que nuestro cuerpo acumula, y haciéndonos sentir mejor tanto por dentro como por fuera. Por si fuera poco, el gran contenido en agua de la alcachofa hace que al comerla, nos quedemos más saciados, y esa sensación de hambre desaparezca, favoreciendo así la pérdida de peso.

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Entre los nutrientes de la alcachofa, como en el de muchas verduras y hortalizas, no podían faltar tampoco los flavonoides, que nos ayudarán a mantener fuerte nuestro organismo, previniendo así enfermedades graves, como el propio cáncer. Si tomamos regularmente alcachofa en nuestra dieta, nuestra salud lo notará, porque nuestro sistema inmunológico estará mejor preparado para enfrentarse a cualquier tipo de problema o enfermedad que pueda surgirnos.

Facilidad para cocinar las alcachofas

Aunque muchos las consideran solo un aderezo más para guisos, las alcachofas pueden ser servidas como plato principal, hervidas al vapor o cocidas, ya que mantienen la mayoría de sus nutrientes intactos. Con un poco de aceite suelen estar deliciosas, dándole un sabor muy especial. El tallo se suele utilizar para sopas y guisos, y cuenta también con muchas de las propiedades anteriormente descritas, por lo que es bueno aprovecharlo y no tirarlo a la hora de cocinar las alcachofas.

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Otra de las formas más nutritivas y sanas de disfrutar de la alcachofa es preparando un té con sus hojas. Unas vez las tengamos limpias, solo tenemos que poner agua hirviendo y meter unos 20 gramos de hojas de alcachofa en ella, para disfrutar de una bebida muy sana que nos reportará muchos beneficios.