Proteínas para cenar que deberías tener en cuenta

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Si hay algo que resulta complicado a la hora de elaborar una dieta semanal, es el hecho de elegir los alimentos y las proteínas que vamos a ingerir para cenar. Y es que, al tratarse de la última comida que se realiza antes de ir a dormir, se deben tener varios aspectos en cuenta para que no resulte extremadamente pesada ni complicada de digerir y por ello pasemos una mala noche o nos cueste conciliar el sueño.

Además, no todas las personas necesitan la misma cantidad de proteínas diarias. Un ejemplo es que los niños y las personas que realizan deporte con frecuencia necesitan un gramo de proteínas por cada kilogramo de peso, mientras que las personas que llevan una vida más tranquila y no realizan grandes esfuerzos necesitarán casi la mitad de proteínas que el grupo anterior.

¿Qué proteínas debemos tomar para cenar?

Como hemos dicho, las proteínas son necesarias, pero no todas tienen el mismo aporte calórico, por lo tanto podemos dejar de lado, por ejemplo, las carnes magras, ya que aparte de aportar proteínas, son una fuente de colesterol y de calorías que no son beneficiosas para irse a dormir.

Por otra parte, podemos aprovechar las carnes que suponen un aporte de proteínas pero no tanto de calorías, como la pechuga de pollo, pescados rojos… Se puede realizar una alternativa a la carne, y sustituirla (o acompañarla) por legumbres, arroz o quinoa.

Africa Studio

Africa Studio || Shutterstock

 

Cada vez hay más familias que deciden suprimir la cena de su dieta diaria o sustituirla por elementos lácteos. Un vaso de leche con cereales o un yogur acompañado de frutos secos es el elemento perfecto para irse a la cama de forma ligera.

Cómo conseguir una cena saludable ideal


¿Qué proteínas debemos evitar para cenar?

Un porcentaje de calorías diarias que no debemos sobrepasar durante la cena, según expertos, es entre el 15 y el 25%. Además, cuanto más tarde cenemos, es peor para que nuestro cuerpo pueda asimilar todos estos nutrientes, ya que lo hace de forma más lenta mientras dormimos, no permitiéndonos descansar lo suficiente y además contribuyendo a que nuestro cuerpo acumule de mejor forma las grasas.

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Por ello, hay que evitar alimentos pesados como frituras, pan en exceso, pasta, carnes magras. Además, las bebidas carbonatadas o con cafeína son perjudiciales para irse a dormir, con el añadido de que la cafeína es posible que no nos permita conciliar el sueño.

 

Por lo tanto, debemos evitar comidas copiosas que no nos permitan conciliar el sueño con facilidad por encontrarnos con el estómago más pesado de lo habitual, y realizando una digestión complicada mientras dormimos (o lo intentamos). Pero no se trata de pasar hambre, o irnos a la cama sin haber comido.

Craevschii Family

Craevschii Family

Hay que encontrar un punto medio, donde tomemos las proteínas recomendadas para ingerir por la noche pero cocinadas de forma sana (evitando las frituras y aprovechando los beneficios de cocinar a la plancha, por ejemplo), ya que de este modo, dormiremos mejor y no sentiremos la necesidad de levantarnos de la cama para comer algo. Para ello, existen alimentos que nos pueden saciar pero que no tienen inconvenientes ni acumulan grasa en nuestro organismo mientras dormimos.

No olvidemos tampoco que la comidas más importantes del día son el desayuno y el almuerzo, que son las que nos dan energía para el resto del día. Por lo tanto, es importante hacer hincapié en aumentar las dosis de proteínas durante estas comidas, ya que las calorías extra que dan los alimentos por la mañana es más fácil quemarlas con las actividades diarias que realizamos, todo lo contrario de lo que ocurre con las que ingerimos por la noche.

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