Desintoxicante, adelgazante, diurética, de exótico sabor, alimento digestivo, y el complemento ideal en diferentes recetas de cocina...Hablamos de la piña, una de las frutas exóticas cuyo cultivo comenzó en Brasil y Paraguay, y que hoy ya podemos encontrar en cualquier país del mundo.

Son muchos los beneficios y propiedades que se atribuyen a la piña por eso, no es de extrañar, que en los últimos años esta fruta tropical se haya convertido en un elemento indispensable en diferentes tipos de dietas.

Depura el organismo

La primera propiedad natural de esta fruta es su alto poder desintoxicante. Por este motivo, es algo habitual que más de una vez hayamos escuchado que la piña es una fruta que ayuda a adelgazar. Cuando se comienza una dieta de adelgazamiento, lo primero que se ha de conseguir es desintoxicar nuestro cuerpo de las toxinas que lo invaden. Para ello, los expertos suelen recomendar la ingesta de frutas y zumos como alimento único durante varios días y llevar a cabo una dieta basada en el consumo exclusivo de piña.

¿Y quién es la responsable de que la piña produzca un efecto desintoxicante y digestivo? Pues una enzima llamada bromelina, que induce el proceso de quema de grasa en nuestro cuerpo y nos ayuda, por lo tanto, a metabolizar las grasas de una forma más rápida y eficaz.

Facilita la digestión

Esta enzima también se encarga de estimular las contracciones de los músculos intestinales haciendo así, que las proteínas se digieran mejor. Por eso es muy frecuente escuchar que la piña es un alimento con un alto poder digestivo. Si a esta poderosa enzima sumamos el alto contenido en fibra que contiene la piña (en torno a 1,4 gramos por cada 100 gramos de esta fruta), el poder adelgazante se multiplica por dos siendo, especialmente efectiva, para las personas que padecen estreñimiento crónico y que desean perder peso a través de una dieta de adelgazamiento.

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La fibra, además, es la responsable de acelerar el metabolismo de nuestro cuerpo, un proceso a través del cual las grasas se transforman en energía, y no quedan depositadas en el organismo.

Previene el envejecimiento celular

Otro aspecto nutricional muy interesante de esta fruta es su alto contenido en vitaminas, sobre todo del tipo C y B1. La piña contiene en torno a 48 mg de vitamina C por cada 100 gramos de fruta por eso, son muchos los que consideran que esta fruta es un medicamento natural. Además, la vitamina C que contiene, hace que la piña sea también un potente antioxidante que evita la degeneración y envejecimiento de nuestras células.

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Por otro lado, la vitamina B1, conocida también como tiamina, ayuda al organismo en los procesos de descomposición de las moléculas que produce la ingesta de hidratos de carbono. Por este motivo, la tiamina es una vitamina muy recomendada para evitar enfermedades de tipo neurológico y cardiovascular.

Protege el sistema nervioso y muscular

Otro de los elementos que abundan en la piña es el potasio, un mineral que intervienen en numerosos procesos de nuestro organismo. Con unos 109 mg de potasio por cada 100 gramos, la piña es uno de los alimentos que más cantidad de este mineral posee. Y es muy necesario en los procesos de transmisión y generación del impulso nervioso, así como para la actividad muscular normal.

Pero la piña no sólo ha cosechado fama de ser un potente medicamento natural, sino que además con el paso de los años, ha conseguido colarse en la gastronomía del mundo entero como un ingrediente esencial de muchos platos.

En España se suele consumir en postres (tartas, mouse, bizcochos), en ensaladas frescas de verano, en zumos y en algunos platos salados como, por ejemplo, a modo de guarnición de ciertos tipos de carne. Su uso también se ha extendido a otros platos como la pizza, y es frecuente tenerla presente en el desayuno a través de una dulce confitura o mermelada.