La lavanda es una planta medicinal aromática  perteneciente a la familia de las labiadas muy popular en todo el mundo por sus propiedades relajantes. Además, es un somnífero suave que sirve como tratamiento natural de trastornos del sueño como el imnsonio o para tratar el estrés y el nervisosismo. De hecho, las propiedades calmantes de la lavanda son conocidas desde la antigüedad.

Pero la versatilidad de esta planta medicinal para tratar afecciones no se queda solo en sus efectos relajantes.Entre las propiedades medicinales de la lavanda destaca también su capacidad de regenerar la piel y curar afecciones cutáneas, como por ejemplo eccemas.

Características de la lavanda

La planta de la lavanda es un arbusto perenne que puede llegar a medir hasta 1.5 metros de altura. Posee tallos leñosos de los que nacen sus hojas. Sin embargo, la parte de la lavanda más conocida son sus flores de color violeta y agrupadas en espigas.

La lavanda es una planta aromática de la que se extraen también aceites esenciales y se utiliza para elaborar perfumes, cremas, tratamientos de belleza y ambientadores.

Beneficios de la Lavanda

La lavanda es un planta con infinidad de aplicaciones y propiedades medicinales en diferente ámbitos. La lavanda puede utilizarse como análgesico para el tratamiento del dolor, ya que tiene propiedades antinflamatorias y sedantes que hacen que sea un excelente tratamiento natural para los dolores musculares, de cabeza, lumbares o reumáticos.
Además, los principios activos y aceites esenciales de la lavanda hacen que esta planta sea un excelente tratamiento natural lavar y cuidar heridas además de mejorar el estado de nuestra piel. Incluso, entre los usos médicos de la lavanda se encuentra la cura de quemaduras, eccemas, picaduras y otras afecciones cutáneas.
Finalmente, la lavanda puede ser usada como tratamiento natural de ciertas enfermedades respiratorias causadas por algunas bacterias y virus. Además, la infusión de lavanda ayuda a tratar la faringitis, laringitis y las anginas.

Contraindicaciones de la Lavanda

El aceite esencial de lavanda esta contraindicado para mujeres embarazadas o personas que padezcan las siguientes enfermedades: parkinson, epilepsia, úlcera gastroduenal, gastritis, colitis, enfermedad de Crohn o síndrome del intestino irritable.

Disponibilidad de la Lavanda

La lavanda se cultiva con facilidad en climas templados y se puede recoger desde el mes de junio hasta comienzos del otoño. En los herbolarios y tiendas de alimentación es fácil encontrar flores secas de lavanda. Aprende cómo plantar lavanda en tu jardín para disponer de ella siempre que la necesites.

Puedes utilizar la Lavanda como ingrediente para las siguientes recetas:

Batidos de Lavanda

Puedes elaborar smoothies con flores secas o frescas de lavanda, pero te recomendamos que uses poca cantidad ya que el sabor de la lavanda es muy marcado y particular y puede que a algunas personas no les guste del todo.
Emplea una cucharada de postre de flores y hojas (frescas o secas) machacadas por persona en tu receta de smoothie.

Infusiones de Lavanda

Puedes preparar deliciosas infusiones y tisanas con lavanda. Para ello, deberás verter en unos 50 ml de agua hirviendo una cucharada de cafe de flores frescas machacadas (media si son flores secas), tapar y dejar reposar durante 15 minutos. Después déjalo enfríar (no es preciso colar) y ya podrás tomarla.
Si quieres que sea más suave, puedes añadir más agua.

la Lavanda se puede utilizar como remedio natural para combatir las siguientes dolencias: