Las limas son sin duda una de las frutas más curiosas que existen. Parecidas a las mandarinas, solo que con ese color verdoso en su piel cuando están maduras, su sabor nos recuerda un poco más al del limón, aunque no llega a ser el mismo… Popularizada gracias a los refrescos que supuestamente imitan ese sabor, la lima ha llegado a nuestra dieta como un alimento perfecto para complementar un plato delicioso, hechas al vapor, o incluso a la parrilla. Todos conocen su sabor pero, ¿Cuántos conocen sus beneficios y propiedades? Aquí os las vamos a mostrar, para que sepáis lo sanas que son, además de deliciosas.

Su alto contenido en fibra ayuda a bajar de peso

Empezamos, como siempre, con una buena noticia para aquellos que estén en plena dieta de adelgazamiento. Como la gran mayoría de frutas, la lima es un alimento perfecto para incluirse en estas dietas, ya que solo nos ofrece 30 calorías por cada 100 gramos, una cantidad ínfima, provocada sobre todo porque es casi un 90% agua en su contenido interior. Contiene además un gran aporte en fibra, y algunas proteínas y minerales importantes que nos harán sentir mucho mejor después de probarlas, como el potasio o el calcio.

Previene y combate los resfriados o gripes

Cuando decíamos que esta fruta se parecía en parte a las mandarinas no nos referíamos solo a su forma y la dureza y grosor de su piel, sino también a su alto contenido en vitamina C. A estas alturas no hace falta recordar lo beneficiosa que puede ser la vitamina C para nuestro organismo, tanto en problemas particulares de visión o resfriados como para la propia fortaleza de nuestro sistema inmunológico, que estará más protegido gracias a este tipo de vitaminas. El potasio y la fibra funcionan como desintoxicantes perfectos en nuestro organismo, que quedará liberado de todo lo que nos sobra si seguimos una dieta rica en lima.

Regula las digestiones

Su contenido en vitamina A también nos ayuda a proteger y mantener más sana nuestra piel, logrando que esta luzca mucho mejor, tanto por comerla como por frotar algo de jugo de lima sobre ella. Es también un alimento muy bueno para ayudarnos a tener digestiones más livianas. No solo porque su gran contenido en agua la hace pasar casi al instante por nuestro sistema digestivo, sino porque además contiene ácidos que ayudan a una disolución más rápida de los alimentos. Contando además con un buen aporte en flavonoides, la lima sirve para un mejor equilibrio del sistema digestivo.

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Todo eso en cuanto a los beneficios que conlleva el consumir esta fruta como parte de nuestra alimentación, de varias formas posibles. Las limas al vapor están exquisitas, y también pueden utilizarse para “sazonar” algún que otro alimento con un toque ácido más que interesante. Junto con pescado a la parrilla, hechas de la misma forma, suele ser también un punto diferente y original que encanta a todo el mundo. Y por supuesto, el jugo de lima, algo menos ácido que el del limón, es también una alternativa perfecta para conseguir todos los beneficios que esta fruta nos ofrece.

Ese propio jugo de limón sirve también para evitar las manchas de la piel, frotado sobre las mismas, además de ayudarnos a curar las llagas y problemas de encías sensibles. Es un aperitivo perfecto, que ofrece un sabor único y un buen aporte de minerales sin apenas azúcares y que además sacia bastante, debido a su alto contenido en agua, lo que hará que disminuya nuestro apetito para no atiborrarnos en las comidas. Seguro que a partir de ahora, la lima pasa a ser mucho más que un simple alimento exquisito para ti, y empiezas a tener en cuenta también todos los beneficios que te aporta.