¿Los lácteos son buenos o malos para la salud?

tomar lacteos si o no

Actualmente, el acceso generalizado a las proteínas de origen animal en las economías más desarrolladas, ha provocado que la leche no sea un alimento tan imprescindible en los adultos.  pero su consumo es, sin embargo, todavía muy importante para conseguir un correcto desarrollo y crecimiento durante la infancia y la adolescencia.

Lo cierto es que en un primer término, muchos profesionales se aventuran a establecer que los lácteos son saludables, pero diversos estudios recientes establecen que no lo son tanto, siempre en la medida que se consuman y dependiendo de los problemas que a uno le puedan generar. La comunidad sanitaria sigue defendiendo tomar un vaso de leche al día para llevar una alimentación y vida sana.

¿Para qué son buenos los lácteos?

Los lácteos son buenos porque aportan una gran cantidad de vitaminas y minerales para la salud. Entre estos se encuentran el calcio y la vitamina B y D. El calcio fortalece los huesos, tanto en etapas de crecimiento como posteriormente para ayudar a evitar o mejorar la osteoporosis. También se ha demostrado que el calcio controla las enfermedades relacionadas con el corazón.

Dima Moroz || Shutterstock

Dima Moroz || Shutterstock

La vitamina B cuenta con muchas propiedades, desde intervenir en el metabolismo energético, fortalecer la salud del cabello, piel y uñas y mejorar la memoria, mientras que la vitamina D nos ayuda a absorber mejor el calcio, a equilibrar el proceso de coagulación de la sangre y protege el sistema inmunológico de manera general.

Problemas asociados al consumo de lácteos

Estudios manifiestan que el consumo de leche en España ha descendido un 15% en pocos años, y que el aumento de intolerantes a la lactosa sigue aumentando, en gran parte, porque ahora se diagnostican antes a éstos por las pruebas más frecuentes que se hacen. La intolerancia a la lactosa significa que no hay suficiente enzima (lactasa) en el intestino delgado para romper toda la lactosa consumida. Esto es lo que establece ADILAC, Asociación de Intolerantes a la Lactosa España, remarcando que todo ello provocan síntomas como dolores, hinchazón abdominal y diarrea.


Piotr Marcinski || Shutterstock

Piotr Marcinski || Shutterstock

Esto se puede extender a la intolerancia a productos lácteos, provocando sobre todo problemas gastrointestinales, generando náuseas, dolores, espasmos, distensión abdominal, gases y flatulencias, diarreas ácidas y vómitos, entre otros.

Los lácteos bajos en grasa siempre son mejores, porque los lácteos enteros pueden aumentar el nivel de colesterol en la sangre, aumentar de peso, desarrollar enfermedades de tipo cardiovascular, hipoglucemia y diabetes. Su alto contenido en proteínas y grasa saturadas, además de azúcares, favorecen el desarrollo de obesidad, y según diversos profesionales, como los englobados en la Academia Americana de Pediatras, el consumo de lácteos está unido a ciertas deficiencias nutricionales, como la carencia de hierro.

Monkey Business Images || Shutterstock

Monkey Business Images || Shutterstock

Algunas causas que explican la reducción del consumo de leche es porque, según el Panel de Consumo Alimentario y el Observatorio del Consumo y Distribución Alimentaria del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, hay ciertas percepciones negativas en torno al consumo de leche, especialmente de leche entera, y se asocian a consecuencias negativas para la salud.

Otros problemas relacionados con la ingesta de lácteos son el estreñimiento, tanto en niños y adultos mayores. Por ello se recomienda sustituir la leche de vaca por otros alimentos, como una dieta donde abunden las frutas y la fibra. El consumo excesivo de lácteos de vaca puede suponer, a la larga, un problema. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que el consumo excesivo y demasiado precoz de lácteos de vaca no modificados representa una carga excesiva para el riñón y puede aumentar el riesgo de anemia por el bajo contenido de hierro de la leche.

  • ¿Te ha servido de ayuda?
  • No