Casi siempre que hablamos sobre la utilización de ciertas hierbas como remedios naturales por nuestros antepasados nos vamos a la parte de Asia, donde parece que eran unos auténticos expertos en dicho arte. Pero en América, las antiguas civilizaciones precolombinas también sabían muy bien cómo descubrir nuevos beneficios de aquellas plantas y arbustos que tenían allí desde hace tiempo. Cuando la necesidad es acuciante, el ingenio se dispara, y seguramente así fue cómo se descubrió el beneficio para nuestro organismo que podía ofrecernos la damiana, también conocido como té de México.

A pesar de este nombre, la damiana es una planta que puede encontrarse prácticamente a lo largo y ancho de toda América, especialmente en la parte más central, siendo menos habitual encontrarla en los países más al norte o al sur, como Canadá o Argentina. Es una planta enorme que llama la atención por medir cerca de metro y medio, por sus curiosas hojas ovaladas y sobre todo, por las hermosas flores que produce, de un amarillo muy intenso. Se utiliza desde hace cientos de años como una de las plantas más beneficiosas para nuestro organismo, ya sea machacada y utilizada en cualquier receta o también en forma de té, cuyo sabor intenso es muy especial.

Las propiedades más destacadas de la Damiana

Ya hace muchos siglos que los beneficios de la damiana para nuestro organismo forman parte de todas las culturas centroamericanas. Es una planta que viene muy bien para la digestión y en dosis más elevadas, incluso se puede utilizar para tratar el estreñimiento, por su efecto laxante derivado de su aporte en fibra. Por si fuera poco, esta planta también genera un bienestar general en nuestro organismo gracias al efecto del ácido ascórbico y de los minerales que nos aporta, como el hierro, zinc o cromo. También nos aporta muchos taninos, semejantes a los de la uva o el vino, que son antioxidantes.

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Además de sus beneficios nutricionales, la damiana o té de México supone también una buena solución para esos días más ratos del mes en los que estamos decaídos o desganados. Además de la cafeína, el efecto estimulante de esta planta hará que recobremos la fuerza y la intensidad, tanto física como mentalmente. Funciona muy bien en depresiones leves y en momentos de debilidad temporal. Y por supuesto, no podemos dejar atrás su uso más conocido y popular: el de afrodisíaco.

Y es que esta planta ha sido utilizada de forma medicinal por muchas culturas centroamericanas en siglos pasados para curar tal o cual problema, pero sobre todo, para potenciar sexualmente el empeño de aquel que la tomaba. Por ejemplo, contribuye a la oxigenación de la zona genital, permitiendo que dispongamos de mayor potencia sexual, además de mejorar nuestros espermatozoides tanto en número como en cantidad. Pero no solo los hombres pueden beneficiarse de la conocida como planta de la pasión. El efecto que la damiana tiene sobre la regulación de la menstruación puede ser también muy positivo. De hecho, viendo todos estos beneficios, esta planta no debería faltar en la despensa de ninguna pareja.

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Normalmente traemos tés e infusiones que suelen utilizarse para relajarnos, para combatir el estrés y los nervios. La damiana, sin embargo, es completamente diferente ya que funciona como estimulante, y de esta forma nos hará sentir mucho mejor al tomarla, ya sea con fines afrodisíacos o simplemente para dejar atrás una mala racha en la que estemos algo desganados. Una alternativa perfecta para esos días en los que no nos sentimos del todo bien y queremos un poco de ayuda extra para estar a tope ya sea en el trabajo, en nuestro tiempo libre o en nuestra propia vida conyugal.