Leche de vaca ¿sí o no?

leche de vaca buena o mala

Por sus propiedades nutricionales, la leche de vaca siempre se ha considerado un alimento fundamental en una dieta equilibrada especialmente necesario durante la etapa de crecimiento. Se sigue recomendando su consumo diario (3 – 4 raciones de lácteos en general) pero, en los últimos años, algunos nutricionistas apuntan a que la leche de vaca no es tan “perfecta” como se ha creído hasta ahora.

Conozcamos la leche de vaca un poco mejor

La leche procedente del ganado vacuno, es un alimento completo, rico en nutrientes, que aporta múltiples beneficios (nadie lo pone en duda). Está compuesta por:

  • Agua
  • Proteínas: caseína y lactoalbúminas, entre otras
  • Hidratos de carbono: lactosa

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  • Minerales: fósforo, calcio, potasio, zinc y magnesio
  • Triptófano: aminoácido a partir del cual se sintetiza la serotonina y que contribuye a la relajación y al bienestar
  • No contiene fibra, salvo añadida, y su aporte en hierro y vitamina C es insignificante (prácticamente 0).

Teniendo en cuenta sus nutrientes es correcto considerar la un alimento necesario y saludable. Es una buena fuente de energía; nos hace llegar minerales esenciales como el calcio, imprescindible para la formación y buen estado de huesos y dientes; contribuye a una buena hidratación y, además, aporta proteína de buena calidad.

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Todos los tipos de leche de vaca no son iguales

Existen distintos tipos de leche, incluso ahora puedes encontrarla con multitud de ingredientes añadidos. Pero, en general pueden clasificarse atendiendo a dos criterios:

  • Tratamiento: desde su estado original hasta que llega al consumidor (la leche siempre debe ser tratada para eliminar los microorganismos patógenos que puede contener):
    • Leche pasterizada: experimenta un tratamiento térmico a alta temperatura por corto periodo de tiempo. Es la que conocemos como leche fresca que solo dura un par de días.
    • Leche esterilizada: es procesada a alta temperatura y por periodo de tiempo largo en el que se destruyen prácticamente todos sus nutrientes y, por ello, se añaden en un proceso posterior.
    • Leche UHT (uperizada): es la que tomamos normalmente. También se trata a alta temperatura pero solo unos minutos para que conserve todas sus propiedades.

elegir leche

¿Es saludable la leche de vaca o no?

En los últimos años, la buena fama de la leche de vaca se ha puesto en entredicho. Los nutricionistas coinciden, en su mayoría, en defender sus excelentes propiedades, considerándola un alimento esencial por su aporte en calcio. Niños, mujeres embarazas o que inician la menopausia encuentra en la leche una fuente importante donde obtener ese mineral indispensable para el buen estado de los huesos y prevenir la osteoporosis.

Aun así, en algunos casos, la leche de vaca no es conveniente y puede incluso resultar perjudicial. Las personas con intolerancia a la lactosa presentan incapacidad para digerirla correctamente, o que son alérgicos a la proteína de la leche no deben tomarla por los problemas digestivos y de salud que podría provocarles su ingesta. En estos casos deben optar por leches vegetales como la de almendra, la de soja…

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Por otra parte, hay que recordar el alto contenido en grasas y colesterol de este alimento. Si existe sobrepeso u obesidad siempre habrá que optar por leche semi o totalmente desnatada, eliminado por supuesto los derivados lácteos de mayor contenido graso como quesos o mantequilla). En casos de colesterol elevado, el consumo de leche de vaca también ha de ser moderado.

Algunos estudios recientes que cuestionan las buenas propiedades de la leche señalan que este alimento es rico en calcio pero, también, en proteínas lácteas que provocan acidez, una acidez que el organismo combate, precisamente recurriendo al calcio de sus propios huesos, por lo que el supuesto beneficio, no es tal. Los nutricionistas que opinan de esta manera apuntan a otros alimentos, como los frutos secos, los vegetales de hoja verde o los pescados y mariscos, como fuente alternativa al calcio de la leche.

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