Tal vez estás acostumbrado a ver el nombre de este tubérculo por todos sitios, pero aún no te has parado a probarlo. ¿Deberías introducir la yuca en tu dieta habitual? Te suena demasiado exótico un alimento de ese tipo, aunque está emparentado directamente con la patata o el boniato, también en cuanto a sus propiedades. Además, la yuca cuenta con secretos que tal vez desconozcan y te sorprenderán. Por ejemplo, ¿sabías que se utiliza para obtener la tapioca en su variedad dulce? Es uno de esos sorprendentes secretos que la yuca guarda para todo aquel que los quiera conocer.

Beneficios de la yuca en tu alimentación

Hablamos de un tubérculo que principalmente se cultiva en África, Asia y sobre todo, América Latina, donde forma parte indispensable de la gastronomía tradicional en muchos lugares. Su sabor especial y su alto aporte energético lo convierten en un alimento perfecto para casi cualquier receta, como podremos comprobar a continuación. Y es que al igual que la batata, la yuca cuenta también con una gran cantidad de hidratos de carbono complejos, que se convierten en azúcar en sangre y nos ofrecen un chute de energía que puede ser muy necesario, sin que eso se traduzca en un aporte calórico excesivo.

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Es por ello un alimento muy aconsejable en cualquier dieta, especialmente si estamos haciendo deporte y necesitamos energía para llevar a cabo nuestros ejercicios. Pero además de ese aporte energético, la yuca es también un alimento muy nutritivo ya que cuenta como fuente de proteínas vegetales, que ayudan a nuestro cuerpo a mantenerse protegido y sano, así como una gran variedad de vitaminas, entre las que destacan las vitaminas A y C, responsables de potenciar y defender nuestro sistema inmunológico, así como el ácido fólico, muy necesario también en nuestra dieta habitual.

Por si todo esto fuera poco, la yuca cuenta también con un gran aporte en minerales imprescindibles para nuestro organismo como son el fósforo, el potasio o el magnesio. Todo ello de una manera totalmente natural y sin necesidad de suplementos vitamínicos procesados ni nada por el estilo. Su sabor exquisito hace que la yuca sea mucho más fácil de asimilar incluso para aquellos comensales que sean un poco “delicados” con respecto a la comida.  La gran cantidad de recetas en las que se puede incluir la yuca, ya sea en su forma de tubérculo o también como tapioca, hacen de ella un alimento omnipresente en muchos platos tradicionales.

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Y es que sus beneficios para nuestro organismo son casi interminables. Ayuda a bajar el colesterol y a dejar nuestras arterias más limpias, para que no suframos ningún tipo de enfermedad cardiovascular. Sus minerales estimulan también nuestras neuronas, favoreciendo la concentración especialmente en niños y jóvenes. No tiene apenas grasas pero aporta muchísima energía, necesaria para nuestro devenir diario, así como sacia nuestra hambre de una manera más rápida y sana que otros alimentos, lo que nos hará comer menos pero obtener los mismos nutrientes y aportes calóricos.

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Ayuda también a nuestro sistema de defensas, a la vez que mejora los casos de gota y ácido úrico gracias a sus minerales y vitaminas. Es igualmente un alimento perfecto para aquellos que sufran de problemas de vista, ya que es una magnífica fuente de vitaminas A y C, para mejorar nuestra visión. Es un alimento que nos libera también del estrés que podamos sufrir, siendo muy beneficioso a nivel mental, combatiendo de la misma forma nuestro cansancio natural con su aporte energético. Y es que además sabe delicioso, ya sea asado, como complemento en ensaladas o como puré de tapioca, que gustará a grandes y pequeños.