Las verduras en general deben incorporarse sí o sí a nuestra dieta a fin de recibir los nutrientes que necesitamos para que nuestro organismo se desarrolle de forma favorable. Las verduras de hojas suelen ser aquellas que de pequeños nos hacían comer y no siempre queríamos, pero luego hemos visto sus fantásticos beneficios y las diversas maneras de cocinarlas estando realmente sabrosas.

¿Por qué comer verduras de hoja?

A nivel general, las verduras de hoja tienen en común un sinfín de propiedades, pues suelen ser antioxidantes, con un buen aporte de minerales y vitaminas, poseen mucha fibra, ayudan a prevenir determinadas enfermedades como algunos tipos de cánceres, dan el calcio necesario a los huesos y protegen el corazón en gran medida.

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Cada verdura tiene sus beneficios particulares y lo mejor es que ofrecen muchas posibilidades en la cocina. Para acompañar, en platos únicos, combinadas con pasta, fritas, a la plancha, hervidas…

Las mejores verduras de hoja que puedes comer

Un estudio reciente que acoge investigadores de Melbourne y el Reino Unido pone de manifiesto que las verduras de hoja verde son esenciales para proteger la flora intestinal y también para limitar la capacidad de las bacterias nocivas para colonizar el intestino. Determinadas moléculas de este tipo de verduras, como puede ser la E.coli, ayudan a mejorar y mantener la flora intestinal y la salud digestiva.

Espinacas, fuente de hierro

Desde siempre se ha dicho que las espinacas son fuente de energía. Pero no solamente eso porque también tiene mucha fibra, concretamente el 20% de fibra alimentaria. Puede tomarse cruda en ensaladas, hervida mezclada con un poco de baicon y mezclada con otros ingredientes, en pasta, en forma de pasteles con patatas y beichamel…

Puede que sean de las verduras que menos gustan, especialmente a los más pequeños, pero créenos cuando te decimos que hay muchas razones por las que comer espinacas.

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Brócoli, el alimento completo

Si las espinacas gustan poco a los más pequeños, podemos decir que el brócoli es el alimento enemigo de los niños. Su color y el sabor algo particular hace que los más pequeños huyan de él, pero sus máximas propiedades lo convierten en uno de los alimentos más completos que existen en la actualidad. Es bueno para proteger el estómago, es antioxidante, además fortalece la salud de los ojos y es rico en minerales y vitaminas. La más destacable es la Vitamina B2 y además rejuvenece el sistema inmunológico y hace frente a determinadas enfermedades como el Alzheimer. Si todo esto fuera poco, el brócoli protege el corazón y aporta toda clase de nutrientes para reducir el colesterol.  Es una de las verduras más ricas en fibra tal y como puedes comprobar en nuestro ranking.

La lechuga, la verdura de hoja más consumida

A parte de algunas verduras que pueden gustar menos, la lechuga, por ejemplo, es todo un ejemplo de verdura de hojas de buen sabor al paladar. Hay muchas variedades de lechuga desde la francesa a la romana y la criolla, y todas ellas presentan vitamina C, silicio y fibra, además de ser un aliado perfecto como primer plato gracias a las ensaladas que permiten combinar múltiples ingredientes todos ellos saludables.

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Las acelgas potencian tu salud

La gran parte de las verduras de hojas son de color verde. Esto todavía ofrece mayores beneficios, como en el caso de la acelga, que tiene un sabor parecido a la espinaca y aporta vitamina E, luteína, zeaxatina… ello es bueno para controlar el interior, regular el intestino, y mantener la salud de los ojos y la piel.

Rúcula, la reina de para acompañar la pasta

La rúcula, que se emplea en muchos platos de la cocina italiana para dar sabor, es una verdura que aporta diversidad de vitaminas y minerales. Es rica en vitamina A y C, y también presenta calcio. En pastas, en bocadillos, en ensaladas, fundamentalmente, y en platos para acompañar a carnes y pescados, su uso en la cocina es fuertemente extenso.