¿Vives en una zona en la que los veranos son muy calurosos y no soportas bien las altas temperaturas? Si es así, has de saber que puedes ayudar a tu organismo a combatir los grados del termómetro, a través del consumo de ensaladas refrescantes.

Las ensaladas más frescas suelen aportar múltiples beneficios a nuestro organismo pero, sin duda alguna, el más destacado es que nos ayudan a paliar el calor corporal que sufrimos al estar expuestos a una alta temperatura o a actividades físicas que nos aumentan la sensación de calor.

¿Qué ingredientes necesita una ensalada fresca?

Toda ensalada catalogada como refrescante tiene un ingrediente fundamental: la lechuga, un vegetal con un alto contenido en agua, que nos ayuda a sobrellevar mucho mejor el calor que sufrimos durante los meses de verano. Además, la lechuga es también en un alimento muy diurético, y nos ayuda a combatir la retención de líquidos con mayor facilidad que otros muchos alimentos.

Alena Haurylik || Shutterstock

Cuando sudamos exponemos a nuestro organismo a un proceso de pérdida constante de minerales. Por este motivo, comer lechuga es un hábito más que indicado durante la época estival. Y es que este vegetal es rico en una amplia variedad de minerales como el sodio, el azufre, el aluminio, el cobre, el cobalto, el circonio, el hierro, el calcio, el magnesio o el potasio, entre otros muchos.

Y si en vez de lechuga, quieres probar a añadirle como base a tu ensalada refrescante unos cuantos crudités (verduras que se consumen en crudo), también te resultará una idea deliciosa y llena de color. Las más conocidas son la zanahoria, el apio, el pepino, le rábano o el champiñón.

El tomate es también uno de los ingredientes más refrescantes que podemos aportarle a una de estas ensaladas, ya que el tomate también posee un alto contenido en agua, además de múltiples vitaminas, sobre todo de los grupos de la vitamina A, B, C, E y K.

Otras opciones para una ensalada refrescante

Las ensaladas que contienen carpaccios de frutas, son también una exquisita y muy refrescante opción para los meses de más calor. En este caso, se escogen uno o varios tipos de lechuga para ponerlos como base, y se le añaden finas lonchas de naranja, fresa, y/o piña. Además, para completar su escala de nutrientes, a este tipo de ensaladas de fruta también se le suelen añadir unos dados de queso tipo feta o de queso fresco, y un aliño a base de vinagreta (aceite y vinagre de Módena previamente mezclados).

La granada es otra de las frutas que casa a la perfección en cualquier tipo de ensalada refrescante, especialmente, aquella cuya base está constituida a partir de lechuga de la variedad Escarola. Y si a esta ensalada le añadimos un aliño a base de lima, potenciaremos mucho más su toque refrescante.

Para los que hagan mucho ejercicio físico a lo largo del día, y necesiten llenar su organismo de energía durante muchas horas, no hay una opción más recomendable que una ensalada refrescante de pasta. Para este tipo de plato se suele escoger pasta con forma de lazo o de hélice y se le añade, por norma general: queso fresco, atún enlatado al natural, tomate cherry, huevo duro, y nueces o piñones, para darle un toque crujiente. Esta ensalada está llena de nutrientes esenciales, por lo que resulta una opción muy acertada para deportistas, niños, y mujeres embarazadas, o madres en periodo de lactancia.

Las legumbres bien aliñadas con una vinagreta o alguna fruta cítrica son también la base ideal para construir una deliciosa ensalada refrescante. Para su elaboración se suelen emplear garbanzos, lentejas o judías blancas como base, y a se le añade tomate, pepino y unos trozos de cebolla o cebolleta.