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La rúcula: beneficios y cómo disfrutar de ellos

propiedades de la rucula

Una de las características de la dieta mediterránea es el papel que tiene algunos vegetales, entre los que no puede faltar la rúcula. Se cultiva fácilmente, incluso puedes hacerlo en casa; pero también la encontramos en los supermercados, ya limpia, y en ocasiones junto a vegetales de hoja verde como los canónigos. También la podemos comprar ecológica, mucho más natural; pero lo que no cambia son los múltiples beneficios que nos aporta la rúcula. Si todavía no forma parte de tu dieta, quizá tras conocerlos empieces a disfrutar de ella.

Estas son las propiedades más beneficiosas de la rúcula

Nos comeremos las hojas de la rúcula, que son ricas en carotenos. Aportan compuestos como la zeaxatina o la luteína, claves en la salud ocular. La zeaxatina protege la retina de las radiaciones ultravioletas, y la luteína -que además es antioxidante- cuida la parte externa de la retina. Así, el simple hecho de comer rúcula de forma regular mejorará la salud de nuestros ojos y nuestra vista, y prevendrá la aparición de problemas como las cataratas.

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Igual que pasa con la mayoría de vegetales, la rúcula es un excelente digestivo. Gran parte de la culpa la tiene su alto contenido en fibra, que nos ayuda a agilizar el tránsito intestinal. De esta forma el organismo absorbe mucho mejor los nutrientes, y el procesos digestivo es más ágil. Pero esto no es todo. Si hueles la rúcula seguro que te encanta su aroma, fruto de una serie de ácidos que juegan un papel importante en la secreción de jugos gástricos. Así, la combinación de fibra y ácidos nos ofrece un resultado difícil de encontrar en otros alimentos.

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La rúcula también nos aporta una interesante cantidad de vitaminas y minerales, entre los que vamos a destacar la gran presencia de hierro, que nuestro cuerpo asimila muy bien gracias a la vitamina C. Esta combinación convierte a la rúcula en un vegetal muy recomendable para las personas que sufren anemia, o con tendencia a padecerla. Gracias a ella el nivel de glóbulos rojos se mantendrá perfecto, y aumentarán tanto la cantidad de hierro en nuestro organismo como la calidad de nuestra sangre.


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Si estás a dieta no tienes nada que temer. La rúcula tan solo aporta 25 calorías por cada 100 gramos, pues es un alimento saciante además de diurético, por lo que te ayudará a expulsar líquidos del cuerpo. Ya sea para adelgazar o para mantener el peso en unos niveles estables; e incluso si estás buscando mejorar tus hábitos a la hora de comer, puedes utilizar la rúcula. Es depurativa, y gracias al ácido fólico y la vitamina B evita el envejecimiento prematuro del cerebro.

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Finalmente destacaremos el poder anticancerígeno de la rúcula. Al principio hemos mencionado a los antioxidantes, pero también es importante destacar el glucosinato, una sustancia muy efectiva en la lucha del cáncer de mama, de páncreas o colorrectal. La vitamina A que contiene y los flavonoides evitan la aparición de cánceres de pulmón, boca o piel; y la clorofila también evita los daños que las sustancias cancerígenas le provocan al hígado.

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La rúcula, mucho más que un ingrediente para ensaladas

Seguro que después de descubrir todo lo que la rúcula puede hacer por ti te mueres de ganas de incluirla en tu dieta. Lo más fácil es comernos las hojas de rúcula crudas, generalmente en una ensalada. Las más habituales son con tomates o con queso, aunque en los restaurantes encontrarás ensaladas de todo tipo que incluyan la rúcula. También la puedes incluir en tus bocatas, y si decides cocinarla puede ser la guarnición perfecta para mejorar la digestión de los platos más difíciles de digerir, como algunos tipos de carnes.

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