¿Hasta que punto son peligrosos los edulcorantes?

¿Hasta que punto son peligrosos los edulcorantes?

Los refrescos son el producto más conocido, pero todos hemos visto en el supermercado un montón de productos sin azúcar, aparentemente sanos. El uso de los edulcorantes evita la presencia -y el consumo- del azúcar, pero ¿hasta qué punto es positivo sustituir al azúcar por los edulcorantes? La publicidad les ha creado buena fama, pero los edulcorantes artificiales son tan peligrosos como el azúcar, o incluso más; aunque los edulcorantes naturales tienen muchos menos riesgos. No es oro todo lo que reluce.

¿Cuáles son los peligros de los edulcorantes artificiales?

Estos edulcorantes artificiales son cientos de veces más dulces que el azúcar y su aporte calórico es muy bajo, por no decir nulo en algunos casos. Algo que debería ser positivo, pero varios estudios han demostrado que el consumo de bebidas endulzadas artificialmente con edulcorantes en vez de azúcar suponían los mismos peligros que las bebidas azucaradas: aumenta el riesgo de sufrir obesidad, de desarrollar una diabetes de tipo 2 o el síndrome metabólico, problemas asociados también a un mayor riesgo de enfermedades o problemas cardiovasculares.

Syda Productions || Shutterstock

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Un solo refresco al día puede aumentar significativamente las posibilidades de sufrir cualquiera de estos problemas, pero no es el único peligro de los edulcorantes artificiales. Quienes los consumen de forma regular tienen alterados los patrones de activación cerebral en los centros de placer: no pueden satisfacer su deseo por el dulce. Por si fuera poco los estudios en animales han revelado que comen más -y de forma excesiva- comida con un elevado aporte calórico. La sacarina es el edulcorante artificial más conocido, pero también están el ciclamato, el aspartamo o la sucralosa.

De la sacarina se sospecha que provoca obesidad, ya que altera la flora intestinal provocando unos desequilibrios que impiden disfrutar de un peso normal. También hay estudios que la relacionan con el desarrollo del cáncer, aunque otras investigaciones lo rechazan, imposibilitando una conclusión sobre el tema. Un caso especial es el del ciclamato monosódico, prohibido en los Estados Unidos por su relación con el cáncer de vejiga pero legal en Europa, donde lo encontramos en un montón de productos.


Monkey Business Images || Shutterstock

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También es bastante común el aspartamo, un edulcorante que disminuye la sensibilidad a la insulina y que además se ha asociado al cáncer en más de una ocasión. También hay investigaciones según las cuales el aspartamo provocaría un aumento del apetito, por lo que el azúcar convencional se antoja mucho más saludable. Respecto a la sucralosa no encontramos con que varios investigadores la relacionan con el cáncer, y provoca un aumento del pH intestinal destruyendo la flora bacteriana, lo que causa desequilibrios en el sistema inmunológico.

Los edulcorantes naturales, la mejor opción

Al principio nos preguntábamos por los edulcorantes en general, artificiales y naturales, así que no sería justo olvidarnos de estos últimos. Una miel de buena calidad siempre es un buen alimento alternativo del azúcar, aunque nos aporta muchas más calorías que el azúcar. Otra alternativa saludable al azúcar y sin demasiadas calorías los edulcorantes naturales a partir de estevia, cada vez más populares, aunque sus propiedades medicinales se conocen desde hace décadas. Endulza 300 veces más que el azúcar.

mama_mia || Shutterstock

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Se trata de un edulcorante natural ideal para todo tipo de personas, incluidas las embarazadas o los niños, aunque hay que prestar atención a la letra pequeña. La estevia deja cierto regusto un poco amargo, por lo que a veces se vende mezclada con otros edulcorantes artificiales para minimizar esa amargura. Otra cosa es que sirvan para hacer frente al problema de la obesidad, y tampoco se han evaluado los efectos que supone transmitir al cerebro la sensación de dulzor pero sin aportar el azúcar necesario al cuerpo.

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