Descubre las increíbles propiedades del amaranto

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Siempre que oímos que algo es el “pseudo” de otra cosa pensamos en connotaciones negativas, pero si decimos que el amaranto es un pseudocereal muy nutritivo no tiene por qué tener ese punto de vista negativo. Es cierto que el amaranto no es un cereal, pero se parece mucho, en especial en sus valores nutricionales. Sin embargo nos aporta una gran cantidad de proteínas y aminoácidos; y los celíacos lo pueden consumir sin problemas al no tener gluten, algo que no se puede decir de todos los cereales.

¿Qué beneficios nos aporta el amaranto?

Empezamos hablando de las proteínas, ya que el amaranto nos aporta más proteína que el arroz: 28,1 gramos por taza frente a 26,3. Encontramos prácticamente todos los aminoácidos esenciales -la leucina es el único ausente-, y destaca por encima de todo la lisina, con una aportación similar a la de la leche. También hay que resaltar la presencia de la albumina y las globulinas, dos proteínas primarias que son más solubles y digeribles que las proteínas que encontramos en otros cereales como el trigo.

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Con solo un 7% de grasas buenas es una fuente muy interesante, que además nos proporciona los carbohidratos suficientes para tener energía. Todo ello sin que se note en la báscula, ya que la fibra hace que también sea dietética y laxante. De hecho el amaranto se utiliza en mayonesas u otros aderezos light. Conviene destacar también la presencia de minerales como el calcio, el potasio, el magnesio o el fósforo, de vitaminas del grupo B y de compuestos fenólicos con un gran poder antioxidante.

Precisamente estos antioxidantes ayudan a combatir a los radicales libres del oxígeno, aportando su granito de arena a la reducción del estrés oxidativo lo que nos permite cuidar mejor las células de nuestro cuerpo. Su gran valor proteico, unido a la presencia de vitaminas y minerales, convierte al amaranto en un alimento a tener en cuenta en las dietas veganas. Se necesitan proteínas vegetales de gran calidad para hacer frente al déficit de proteína de origen animal, y el amaranto nos permite diversificar la dieta -luego veremos como- y conseguir excelentes nutrientes.


Riboflavina

En realidad todo el mundo puede utilizar el amaranto para diversificar la dieta, ya sea vegana, convencional o para perder peso. Utilizándolo como sustituto del arroz o de la pasta, su contenido en fibra y proteínas lo convierte en un alimento saciante: nos calma el hambre sin suponer un extra de calorías ni perjudicar nuestro equilibrio nutricional. Por sus propiedades nutricionales ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y a controlar la tensión y el colesterol, el calcio ayuda contra la osteoporosis y también es bueno si padeces anemia.

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¿Cómo se cocina el amaranto?

Estamos ante un alimento mucho más versátil de lo que parece, de ahí que el amaranto sea tan buen aliado a la hora de diversificar nuestra dieta. Si empezamos por lo fácil vemos que se puede cocinar como si fuese arroz: lo hierves y solo tienes que decidir si es la guarnición del plato principal, haces una ensalada, etc. Se puede consumir tanto caliente como frío. Y hablando de ensaladas, sus semillas también se pueden utilizar directamente como elemento decorativo de una ensalada, sin necesidad de cocinarlas.

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Más allá de las ensaladas, las semillas crudas se pueden utilizar en empanados, dulces, barritas de cereales caseras o incluso galletas de chocolate crujientes. Basta con mezclar el chocolate con la semilla para conseguirla, aunque siempre puedes añadir levadura, huevo, azúcar, etc. Por último hay que hablar de las palomitas de amaranto, un sustitutivo con mucha más fibra y proteínas de las palomitas de maíz. Lo único que debes hacer es poner el amaranto en la sartén sobre el fuego, y pronto tendremos las palomitas.

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