Descargar ebookEn los últimos años se ha puesto muy de moda el término macrobiótico asociado, principalmente, a dietas de alimentación adelgazantes y saludables. Pero, ¿sabes realmente en qué consiste la dieta macrobiótica y que beneficios puede aportar a tu salud?
La alimentación que se rige por el término macrobiótico procede de la medicina oriental y es utilizada desde antaño por los seguidores de la religión budista. Más que alimentación, podríamos decir que macrobiótico es todo un estilo de vida que se rige, fundamentalmente, por los principios del Yin y el Yang.
Según proclama esta filosofía oriental, la salud humana carece de peligro cuando el Yin y el Yang viven en un completo equilibrio. Y precisamente, una de las formas de lograr ese equilibrio vital es a través de una alimentación adecuada.
¿Para qué sirve la dieta macrobiótica?
La dieta macrobiótica se ha ganado en la actualidad un gran número de seguidores debido a la cantidad de beneficios que ésta puede aportar a nuestra salud. Entre ellos destacan:
- Regularidad al tránsito intestinal: Al ser una dieta cargada de fibra, la dieta macrobiótica facilita el tránsito intestinal diario, por lo que es muy recomendable para personas que sufren estreñimiento o problemas gastrointestinales.
- En línea: los seguidores de la dieta macrobiótica suelen mantener siempre la línea y no suben de peso con facilidad, ya que la ingesta de calorías es muy limitada, y las grasas y azúcares procesados no están presentes en este tipo de dieta.
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- Estómago sano: la acidez y el ardor de estómago desaparecen por completo cuando se empieza a seguir una dieta macrobiótica, ya que los alimentos que se consumen consiguen mantener el nivel de pH adecuado del organismo.
- Relax: todos los alimentos que forman parte de esta dieta ayudan a combatir el estrés del día a día y nos hacen sentirnos mejor con nuestra rutina diaria.
- Azúcar a raya: los niveles de glucosa se mantienen estables gracias a los alimentos que forman parte de esta dieta.
- Cerebro más claro: con la dieta macrobiótica podemos conseguir que nuestro cerebro funcione con más claridad. Por eso, es muy común escuchar que la dieta macrobiótica favorece la correcta actividad cerebral.
- Más energía: es también bastante frecuente que cuando empezamos a seguir una dieta macrobiótica nos sintamos más sanos y repletos de energía. La presencia de cereales en esta dieta es muy significativa y con ella, el aporte de hidratos de carbono. Lo bueno es que estos hidratos son de cadena lenta, por lo que prolongan nuestra sensación de energía y vitalidad a lo largo de todo el día. Por ello, se suele recomendar esta dieta a las personas que están expuestas a una extenuante actividad física diaria, así como a personas que sufren largos periodos de convalecencia.
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¿Cómo funciona la dieta macrobiótica?
La dieta macrobiótica se rige por unos principios fundamentales que se deben seguir diariamente. Entre ellos destacan:
- Ingesta de cereales integrales: estos deben representar aproximadamente el 50% de los alimentos que se consumen diariamente.
- Ingesta de hortalizas y vegetales: deben representar, al menos, el 25% de la dieta diaria, y se deben consumir cocidos, nunca fritos ni crudos.
- Legumbres: deben representar el 15% del total de alimentos que se ingieren diariamente.
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- Proteínas: están permitidas, al menos, dos veces por semana. Pero éstas sólo podrán proceder de pescados blancos, y aves como el pollo o el pavo. Por lo que quedan desechados los demás tipos de carnes y pescados.
- Huevo: se permite ingerir un huevo cada diez días.
- Fruta: siempre cocida. Se debe evitar, en la medida de lo posible, el consumo de fruta cruda.
- Agua: se debe consumir con abundancia pero siempre entre comidas, y a ser posible, tibia.
