Los lácteos, en mayor o menor medida, deben estar incluidos en la dieta habitual. De hecho, la Fundación Dieta Mediterránea aconseja consumir diariamente productos lácteos, principalmente yogurt y quesos, ya que son fuentes de proteínas de alto valor biológico, mineral (calcio, fósforo, etc.) y vitamínico. Según la Fundación, “El consumo de leches fermentadas (yogur, etc.) se asocia a una serie de beneficios para la salud porque estos productos contienen microorganismos vivos capaces de mejorar el equilibrio de la microflora intestinal”. Sabiendo esto, merece la pena conocer las principales ventajas del consumo de lácteos desnatados para nuestra salud.
Beneficios de los lácteos desnatados
Los lácteos desnatados están viviendo su mejor momento, sobre todo para los que hacen dieta y consumen nutrientes para reducir peso. Aunque algunos estudios establecen que los lácteos no desnatados no engordan más que los otros, sí aportan diversidad de beneficios para la salud. Así lo establecen algunos estudios, como el de la Unidad de Investigación del centro de salud del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL), que determina que aquellas personas que normalmente consumen productos lácteos desnatados presentan mejores parámetros de salud cardiovascular que aquellas que toman lácteos enteros.
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Esto se debe por la grasa, pues los autores del estudio destacaron que los lácteos desnatados, al eliminar las grasas, contribuyen a un menor riesgo cardiovascular. Otros estudios, como el de la Universidad de Navarra indican que los que consumen leche y lácteos desnatados reducen un 50% el riesgo de hipertensión.
Si se comparan a los lácteos enteros o completos, hay que decir que presentan unas propiedades nutritivas bastante similares. Lo que les diferencia, como apuntan los estudios, es su nivel de calorías, menos grasa y menos vitaminas A y D. Los lácteos desnatados proporcionan la misma cantidad de calcio y los nutrientes para el crecimiento y desarrollo. Sobre qué edad es mejor consumir este tipo de lácteos, depende. Si bien, es mejor que los enteros se puedan dar a los niños y adolescentes que están en etapa de crecimiento, los desnatados son más recomendados en otras etapas de la vida, como la adulta y en la vejez.
El yogur desnatado presenta una porción de 100 g proporciona sólo 36 kcal. Y su energía se debe a los hidratos de carbono y proteínas, y aportan niacina, vitamina B3 y ácido fólico. La leche desnatada aporta vitamina C y vitamina K, además de ser rica en minerales como el calcio y fósforo, y menos en yodo, magnesio, potasio, sodio y zinc.
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También se ha demostrado que los desnatados ayudan al cerebro al contener fósforo. Y tras la actividad física, la leche desnatada es necesaria como reconstituyente. El aporte de calcio también es importante siendo bueno para el fortalecimiento de los huesos y del crecimiento. Fortalece, así, las uñas y dientes, además ayuda a mantener la vista y la piel en buenas condiciones, por su gran aporte de nutrientes. Otra de las ventajas de los lácteos desnatados para la salud es que reducen el colesterol, al tener menos.
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A la hora de adelgazar, aunque no hay estudios probados, también son beneficiosos. Y cada vez más personas los incluyen en sus dietas de adelgazamiento. Estos lácteos ayudan a perder peso, mantiene la masa muscular y disminuyen la grasa abdominal, siempre que se mantenga una dieta sana y equilibrada y no se abuse de otros alimentos ricos en grasa.
