A pesar de que siempre ponemos sobre aviso a todos nuestros lectores acerca del peligro que supone beber alcohol, no solo por lo que entraña si luego vamos a coger algún vehículo, sino por la forma en la que esto afectará a nuestro cuerpo, hoy tenemos que hablar de los beneficios de la que seguramente sea la mejor bebida alcohólica que podemos encontrar por aquí: el vino, sobre todo el tinto. Y es que muchos expertos consideran que el vino tinto, en su justa medida, puede ser muy beneficios para nuestro organismo, lejos de lo que podríamos pensar.
El consumo moderado de vino es saludable, pero ¿para qué?
El vino en exceso, como cualquier alcohol, puede ser muy perjudicial. Sin embargo, una copa o copa y media de vino tinto, por ejemplo en la comida, puede sentarnos de maravilla, potenciando el sabor de aquello que comemos e incluso ofreciéndonos beneficios a nuestra salud. Al fin y al cabo, estamos hablando de fruta fermentada, en este caso la uva, que también contiene muchos nutrientes bien valorados para nuestra salud. Aquí te vamos a mostrar los ocho beneficios que el vino puede traer a nuestra vida, siempre que lo tomemos en su justa medida, por supuesto:
1. Ayuda a depurar
El vino es el aliado perfecto en nuestra dieta, porque nos ayuda a depurar el organismo y eliminar las grasas que nos sobran de una manera totalmente natural. Además, es una bebida alcohólica pero muy poco calórica, permitiéndonos disfrutar de una alternativa a la cerveza, los refrescos o las copas, en cualquier ocasión que se presente.
2. Aporta energía extra
Nos ayuda a estar menos cansados. Las uvas, principal ingrediente de cualquier vino, contienen un nutriente muy especial llamado resveratrol, que nos ayuda a mantenernos animados en esos momentos en los que parece que estamos más apáticos y cansados. Esto también puede suponer un buen chute de energía a tener en cuenta.
3. Mejora la salud de nuestro cerebro
Gracias al vino podemos disfrutar de mejores procesos cognitivos, ya que esta bebida es ideal para fomentar la unión entre neuronas, muy al contrario de lo que muchos piensan acerca de lo que el alcohol hace con ellas. Es además una buena alternativa para prevenir enfermedades cognitivas, como el alzheimer o la demencia, que podamos sufrir en edades más avanzadas.
4. Libera nuestras endorfinas
Las endorfinas son conocidas como las células de la felicidad, y el proceso es el mismo que llevamos a cabo cuando comemos, tenemos sexo y o hacemos deportes, es como un chute de felicidad que puede llegar a ser adictivo. Por eso hay que cuidar la cantidad de vino que estamos bebiendo.
5. Controla nuestro colesterol
El vino también contiene polifenoles que activarán nuestro organismo para mantener nuestros vasos sanguíneos libres de grasas saturadas, que son las que provocan el colesterol. Desde luego, su función antioxidante también es perfecta para ayudarnos a mantenernos en forma en todo momento.
6. Cuida de nuestras encías
Si tienes las encías sensibles o te sangran por alguna razón, no dudes en tomar una copita de vino en la cena o el almuerzo, ya que su fermentación ayuda a evitar la aparición de bacterias peligrosas que puedan poner en peligro la salud de nuestros dientes.
7. Regula el sistema gastrointestinal
El vino es uno de los mejores astringentes naturales. Este es también una bebida perfecta para todos aquellos que tengan problemas de estómago o infecciones relacionadas con el sistema digestivo, ya que puede depurarlo por completo gracias a sus nutrientes especiales.
8. Previene el cáncer
Aunque es cierto que ningún alimento puede curarnos de cáncer, sí que hay algunos que se pueden tomar para prevenir la aparición de las células cancerígenas, y el vino es uno de los mejores, puesto que gracias a sus antioxidantes evita el crecimiento de células dañinas para nuestro organismo.