Incluido desde hace siglos en todas las dietas equilibradas a uno y otro lado del charco, el boniato, también conocido como batata o papa dulce, se ha convertido en uno de los alimentos más habituales en las deliciosas recetas típicas de muchos países, especialmente latinoamericanos. Allí es todo un manjar, y gracias a la gran variedad de boniatos que encontramos y a las muchas maneras de cocinarlo que existen, es uno de los platos estrella dentro de sus gastronomías. No solo por su excelente sabor, sino también por todo lo que nos puede aportar, ya que es un alimento muy sano.

Ventajas de consumir boniato

Tal vez esto te sorprenda porque nunca has tenido al boniato como un auténtico alimento saludable, pero después de conocer sus propiedades y sus beneficios, seguro que cambiarás de opinión. Empezamos, como siempre, por su aporte calórico, algo que es importante a la hora de incluir cualquier alimento en una dieta, especialmente si queremos bajar o al menos controlar nuestro peso a base de no consumir alimentos excesivamente calóricos. Por eso, el boniato es una opción perfecta, debido a su bajo aporte calórico, en comparación con el gran aporte de vitaminas y nutrientes que nos ofrece.

El boniato es un alimento rico en antioxidantes, lo que hace que nuestro cuerpo esté sano y preparado para todo lo que venga, y si bien es cierto que no parará el tiempo y seguiremos envejeciendo sin remedio, al menos lo haremos más sanos. Además, el aporte de Vitamina C del boniato es un aliado perfecto para nuestras defensas, potenciando así nuestro sistema inmunológico ante cualquier tipo de amenaza o ataque, algo que siempre viene bien, especialmente en los meses fríos que tenemos por delante, donde somos algo más proclives a coger algún virus como la gripe o el resfriado.

Otra de las particularidades del boniato es que es un alimento que contiene hidratos de carbono complejos, lo que significa que, después de ser digeridos, esos nutrientes se convertirán en azúcar. Esto podría ser un problema en caso de abusar del azúcar procesado, pero al venir de una fuente natural, los hidratos del boniato consiguen precisamente que haya un equilibrio en el azúcar en sangre en nuestro interior, para mantenerla siempre a niveles óptimos. Esto hace también que corramos menos riesgos en cuanto a posibles enfermedades cardiovasculares, ya que podremos disfrutar de unas arterias mucho más sanas.

Al ser rico en vitaminas A, C y E, el consumo de boniato nos ayuda a mejorar nuestra visión, o al menos a mantenerla lo mejor posible para aquellas personas que ya envejezcan y empiecen a sentir que no ven tan bien como antes. Es igualmente una magnífica fuente de carotenos, que ayudan a nuestro organismo a trabajar de manera coordinada y nos permite sentirnos bien con nosotros mismos, tanto física como mentalmente. Su alto índice de potasio es también un buen regulador arterial, previniendo enfermedades que tengan que ver con el corazón.

Es además un alimento muy indicado para las embarazadas, ya que su alto aporte en nutrientes favorece con mucho la formación natural del feto, y además le protege desde el propio útero para que nazca lo más sano posible. Así que no hay motivos para no decantarnos por el boniato si queremos disfrutar de un alimento no solo delicioso, sino también muy sano. Existen cientos de recetas que tienen al boniato como protagonista o como acompañante, y aunque lo más usual es comerlo cocido o hervido, también se puede preparar con un asado al horno, o incluso a la brasa. Sus chips se han convertido, por su sabor dulce y valor nutricional, en auténticos complementos indispensables en los mejores platos gourmet de muchos restaurantes de lujo.

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