El aceite es uno de los ingredientes esenciales para la elaboración de cualquier receta de cocina, y suele estar presente en nuestra alimentación, en casi todas las comidas del día. Pero ¿conoces cuáles son los aceites más beneficiosos para tu organismo?

¿Cuáles son los aceites más saludables?

A la hora de elegir el aceite que más nos conviene, la clave fundamental está en analizar su composición. Y es que, los aceites que contienen una mayor cantidad de ácidos grasos monoinsaturados son más saludables que los que tienen más ácidos grasos poliinsaturados. Por el contrario, los que contienen una mayor cantidad de grasas saturadas, son los más perjudiciales para la salud, ya que favorecen la aparición de 'colesterol malo', responsable de la obstrucción de las arterias.

Aceite de oliva

En este sentido, el aceite de oliva podría alzarse como el aceite más saludable de todos lo que podemos encontrar en el mercado, ya que el aceite de oliva contiene un 73% de ácidos grasos monoinsaturados, seguido del aceite de colza, que contiene un 63% de estos ácidos grasos en su composición.

Respecto al aceite de oliva, sólo el 10% de su composición está basada en ácidos grasos poliinsaturados, por lo que resulta muy saludable su consumo cuando lo utilizamos para freír o guisar los alimentos.

Aceite de girasol

Sin embargo, el aceite de semillas de girasol, uno de los más utilizados para la elaboración de alimentos fritos en España, tan sólo contiene un 20% de ácidos grasos monoinsaturados y, el aceite de maíz, contiene un 27% de estos ácidos grasos.

En cuanto a los ácidos grasos poliinsaturados, su consumo es necesario para nuestra salud, pero en pequeñas dosis. Por lo tanto, es importante determinar cuáles son los aceites que menos poliinsaturados contienen. En este sentido, el aceite de girasol es el que más contiene, ya que un 65% de su composición está basada en estos ácidos grasos. Y en el lado opuesto, encontramos al aceite de coco, que sólo contiene un 2% de estas grasas en su composición total.

Aceite de sésamo

A medio camino entre el aceite de oliva y el de girasol, encontramos el aceite de sésamo, cuya composición contiene un 40% de ácidos grasos monoinsaturados. Por contra, el aceite de coco, es el que menos ácidos grasos de este tipo contiene, pues tan sólo representan el 6% de su composición total.

Aceite de coco

Sin embargo, y aunque no sea especialmente rico en grasas poliinsaturadas, el aceite de coco es uno de los aceites con mayor presencia de grasas saturadas, por lo que se recomienda moderar su consumo y usarlo sólo en ciertas recetas de cocina que requieran de su presencia.

Por su parte, el aceite de lino, el de cáñamo, el de semillas de calabaza, el de nueces, el de soja, o el de germen de trigo, son aceites ricos en grasas poliinsaturadas.

Cómo usar el aceite de forma saludable

Una vez que sabemos cuáles son los aceites cuyo consumo habitual más nos benefician, deberemos también tener en cuenta cuáles son las claves para usarlo de forma correcta y aprovechar así todas sus propiedades.

Una de las claves que señalan los expertos en nutrición es que, a partir de los 70 grados centígrados, cualquier aceite pierde gran parte de sus propiedades nutricionales. Además, cuando alcanza esta temperatura, el aceite comienza a desprender humo y con él, una gran cantidad de sustancias tóxicas que contagian de forma instantánea al alimento que estamos cocinando.

Y si el aceite supera los 120 grados centígrados, se quemará por completo, generando sustancias tóxicas como los aldehídos, que son altamente contaminantes para nuestra salud y que se asocian a la aparición de ciertos tipos de enfermedades neurodegenerativas, incluso de cáncer.