¿De verdad hay comidas que te dejan con más hambre? Pues sí, la respuesta es afirmativa: hay ciertos alimentos que te dejan con ganas de comer más, y seguramente no sea algo que quieras hacer, por eso, no es que te vayamos a prohibir comértelos, pero sí que te sugerimos que los reduzcas en tu dieta habitual para conseguir que esa maldita gula te deje en paz de una vez.

Tranquilo, no vamos a enumerar una lista interminable de alimentos que deberías eliminar de tus platos, pero sí vamos a decirte que hay cuatro comidas que no deberías consumir diariamente -tampoco deberías pasarte el día en Instagram mientras se te cae la baba contemplando esas maravillosas y cuidadas composiciones de fotos de comida que lo único que hacen es abrir la boca de tu estómago.

1. Azúcares

El azúcar te hace querer más azúcar. Sí, hay estudios que demuestran que consumir productos con edulcorantes y azúcares añadidos pueden disparar tu apetito y hacerte que consumas más y más calorías, o al menos, más de las que deberías. Si te acostumbras a comer cosas dulces diariamente, le pillarás el gustillo y cada vez querrás más, entrando de este modo en un círculo vicioso para nada deseable: cuanto más comas cosas dulces, más querrás. No se trata de que no comas dulces, se trata de que te controles.

2. Alcohol

Sabemos que esas cervezas con los amigos o ese gintonic después de comer son un verdadero placer, y es que es realmente difícil decirles que no. El alcohol te desinhibe, tanto, que puedes llegar a comerte todo lo que se te ponga por delante con una ansiedad como si no hubiera mañana. Un estudio de la Universidad de Liverpool demuestra que el alcohol altera nuestra percepción de la comida y la hace todavía más apetitosa, y por eso comerte una pizza o una hamburguesa cuando llegas a casa a las cuatro de la mañana te parece una idea genial para antes de ir a dormir.

3. Sushi

Delicado, exquisito, mojado en la salsa de soja está delicioso. El sushi es una fuente de carbohidratos simples basados en arroz blanco refinado que nuestro estómago digiere con bastante más rapidez que otro tipo de carbohidratos  más complejos. Esto puede traducirse en efectos devastadores en los niveles de azúcar en sangre de acuerdo a una investigación de la Universidad de Hardvare, además de producir un efecto rebote que aumenta el apetito. No te preocupes, no tienes que dejar de comer sushi, que sabemos que es un placer, pero tampoco tienes que alimentarte única y exclusivamente de esta delicia asiática. También puedes sustituir el arroz blanco por arroz integral, o prepararlo con ingredientes saludables y saciantes como el aguacate.

4. Pan de sándwich

Está tierno y blandito y es ideal para preparar tostadas para el desayuno, y además, te transporta de vuelta a las meriendas de tu infancia, pero el pan blanco o pan de sándwich no reduce tu apetito, más bien al contrario, lo dispara. El pan de sándwich se prepara con harinas refinadas a las que se le han quitado gran parte de su contenido en fibra, y como bien sabrás la fibra ayuda, y mucho, a que te sientas saciado, así que es mejor que dejes de comprar pan de sándwich blanco y lo sustituyas por pan integral, pan de centeno o pan hecho con harinas menos procesadas y refinadas, y verás como tu barriga se empieza a hacer más pequeña.